Ayer sábado me atrincheré en el depa, como me lo sugirió mi gurú de confianza, habrá que alejarse del alcohol y dedicar ese tiempo a cosas mas creativas, así que desistí de ir al bar de siempre donde suelo escuchar trova, tampoco me fuí al punchis-punchis, ni a la cantidad de sitios al aire libre donde rendimos culto al dios Baco. Así que la opción que tenía a la mano era checar algunas películas, por suerte me encontré con una que debe colocarse en una de mis favoritas.
Se trata de The Velocity of Gary (*not hes real name) del año 1998. Y aunque al leer la sinopsis me traumaba el hecho de que en el reparto actúa la sobrevalorada actríz mexicana Salma Hayeck, desistí porque mi subconciente me recordaba haber escuchado la recomendación necesaria para verla. En ella actúa Vincent D' Onofrio a quien tuvimos la oportunidad de ver en la populachera MIB y The Newton Boys, por citar las mas conocidas, esta vez actúa y se estrena como productor ejecutivo. Su coprotagonista es el actor es Thomas Jane.
La historia es aparentemente simple: Valentino (D'Onofrio) es un actor bisexual de cine para adultos y vive con Mary Carmen (Hayeck), pero a su vez está enamorado de Gary (Jane). Los dos amores de Valentino tendrán que aprender un nuevo concepto de familia y a soportarse mutuamente cuando el actor porno enferma de SIDA. La fotografía es buena, las actuaciones maravillosas, se notan naturales, los personajes bien creados y en ese sentido debo decir que un personaje roba cámara maravillosamente, aunque ignoro su nombre, se trata de una "vaquerita" ( en realidad un dulce travesti) que sufre por el amor negado de Gary.
Y me gustó porque en cierto sentido la dirección, que estuvo bajo el mando de Dan Ireland, refleja el espíritu cómico-trágico de muchos bisexuales, y esto lo digo con reservas porque puede bien ser un cliché hollywoodense como mucho sucede con la comunidad gay cuando es (re)tratada en la pseudo meca del cine. En otro sentido, muestra la dificultad en las relaciones interpersonales, del amor, de la dinámica familiar prototípica y en especial, de vivir con un ser querido con SIDA en fase terminal.
Del guión debo decir que me sorprendió, ya que muchos términos camp norteamericanos, y porqué no decirlos, mexicanos, son utilizados en los diálogos, como el perreo, la jotería drag, el no revelar el verdadero nombre en tu primera cita, el encontrarse en los baños públicos, son utilizados hábilmente, dandole sustento y verosimilidad al trama.
Así que cuando tengan ganas de cine con temática bisexual, creo que este material conematográfico puede proporcionarles un acercamiento al tema, no completo, por supesto, porque el hombre es pluriparadigmático, pero al menos reflexionarán, reirán y llorarán con estos personajes, reflejo de una comunidad marginada por el sistema heterocrático.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario