sábado, septiembre 01, 2007

Este no es un asalto chido.

Ayer a la luz del día, cuando me fui a trabajar, se metieron a robar en la casa. Se han llevado un dvd que ni era mío, mi amado reproductor de discos y por poco se llevaban la computadora que me prestó mi mejor amigo aunque no se marcharon sin antes dañarle (perdóname carnalito, yo te pago) los cables al monitor....
Para variar ningún policía quizo ir a la casa a verificar los hechos, ni la municipal de Huejutla, ni la municipal de Chalma (entiendan que vivo en la línea divisoria entre el estado de Hidalgo y el de Veracrúz), ni la ministerial. Por increíble que suene esto, los mentados uniformados se encontraban en un operativo policíaco, pero no en uno de rutina, en Veracrúz hay elecciones, así que los recursos del estado se han puesto a la disposición del partido político al que pertenece el el que lleva la vara larga. En la política, la expresión "cazar mapaches" se refiere al patrullaje que hacen los afiliados a los distintos partidos políticos en las comunidades y las vías de comunicación, con la finalidad de detener a cualquier sospechoso haciendo propaganda política una vez terminadas las campañas políticas, ofreciendo despensas, materiales de construcción o comprando las credenciales para votar.
Así que debido a esto, nos hemos quedado sin impartición de justicia, amén de que la administración que deja el poder ya no tiene interés por brindar una atención de calidad a sus clientes, osease, a nosotros los jodidos ciudadanos que con mucho trabajo vamos adquiriendo un patrimonio que en un dos por tres desaparece porque un mal vecino se mete a nuestras casas y con toda impunidad se da el lujo de escoger lo que le gusta como en tianguis y sin decir agua va, se lo lleva a su casa en el mejor de los casos o de plano se usa para calmar una adicción.
Ya había hablado una vez que los pobladores del pueblo en el que vivo son gente muy arisca. Ahora comprendo que son así por el alto índice de inseguridad que se vive dentro de la comunidad, todos son sospechosos y ninguno es culpable. Impera la zozobra y la paranoia debido a que las autoridades jamás patrullan la zona, nunca contestan los teléfonos y mucho menos se interesan por lo que suceda en esa franja imaginaria que divide a los hidalguenses de los veracruzanos, como si pertenecer a uno u otro bando fuera un asunto de status.
Supongo que eso mismo sucede en todas las fronteras.
¿sugerencias?

2 comentarios:

ka! dijo...

jaaaaaaaaaa !!! es que ahorita CUALQUIER recurso humano o financiero en el estado de veracruz está avocado a las elecciones de mañana!...lo juro!

Ni pedo, neta mal plan.

Mike dijo...

mmm no sorprende... ni modo mi querido amigo, a apechugar las perdidas...