sábado, noviembre 11, 2006

Sociedades de convivencia, avances y derrotas.

Por Jenaro Villamil.

9 de noviembre. Diecisiete años después de que en Dinamarca se aprobara el primer modelo de unión civil entre parejas del mismo sexo, siete años después de que comenzara la disusión legislativa en la capital del país y tras intentos onsecutivos por aprobarla en las fdos leguislaturas anteriores, finalmente una amplia mayoría de diputados aprobó este jueves en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) la Ley de sociedades de Convivenia.


Esta ley no es equiparable al matrimonio entre gay's y lesbianas. Hasta el momento, esta figura sólo existe en los códigos civiles de España, Bélgica, Holanda y en algunas provincias de Canadá. El matrimonio gay regula la relación de dos personas del mismo sexo, con iguales requisitos y efectos para los matrimonios tradicionales, incluyendo la adopción de hijos, y con plenos derechos en materia de seguridad social, herencia, patrimonio común, etcétera.

A diferencia de los matrimonios, las sociedades de convivenia asemejan a la figura de Pacto Civil de Solidaridad, que existe en Francia, y a modelos de unión civil en Alemania, Eslovenia, Finlandia y Hungría, así como en diez regiones de Italia, en Portugal, Gran Bretaña (donde se permite la adopción), en la ciudad de Buenos Aires, en Brasil y en algunas entidades norteamerianas como California, Vermont, Nueva Jersey, Washington DC, Connecticut y Maine. En estos sitios se les llama compañeros domésticos a quienes participan en las uniones civiles.

Las uniones civiles tienen modelos flexibles, no comparten los mismos derechos y obligaciones que los cónyugues, no permiten la adopción de hijos, pero sí garantizan la tutela alimentaria de la pareja, así como la posibilidad de compartir un mismo patrimonio.

En el caso de las sociedades de convivencia capitalinas, éstas se podrán formalizar ante la dirección general jurídica y de gobierno del órgano político administrativo de las delegaciones.

El modelo de sociedades de convivencia aprobado en la Ciudad de México no es exclusivo para las parejas gay o lésbicas, ni tampoco relama un vínculo o trato sexual. En la exposición de motivos de la iniciativa se establece que este tipo de sociedades puede establecerse "en aquellas relaciones en las que no necesariamente exista trato sexual, sino sólo el deseo de comartir una vida en común, basada en auténticos lazos de solidaridad humana, de comprensión mutua y apego afetivo". La única limitante es que no exista parentesco o lazos de consaguinidad hasta en cuarto grado.

En esencia, constituye un avance importante para todo tipo de parejas qe no tienen certeza jurídica en su unión, que no generan derechos sucesorios a sus parejas ni asumen deberes recíprocos. Este elemento era común en el caso de decenas de uniones entre gay's o lesbianas e, incluso, entre ancianos o personas de la tercera edad que compartían un espacio con algún amigo o amiga. Al morir uno de los individuos, su pareja no podía reclamar derechos sucesorios. Muchos de sus bienes pasaban a formar parte de la beneficiencia pública o, en el peor de los casos, se generaban serios conflictos con los parientes cercanos que se reconocen como los "herederos legítimos".

A pesar de estos avances, hay varios puntos pendientes para el reconocimiento pleno de derechos entre uniones de este tipo. El principal es la posibilidad de proporcionar seguridad social y otro tipo de prestaciones a alguna de las parejas que carezca de ella. Para lograr este punto se requiere aún una reforma en la ley federal sobre la materia.

Por otro lado, también hay derrotas visibles en sectores que alimentaron la oposición a este modelo de uniones civiles, con el espantajo de que se legalizan "las uniones antinaturales", se permitirá la "pedofilia" porque se permite la adopción de hijos - algo que evidentemente no contempla la iniciativa- y se atenta contra el modelo de familia tradicional formada por un hombre y una mujer.

El más entusiasta opositor fue el arzobispo primado y cardenal de la Ciudad de México, Norberto Rivera. Si antes pudo presionar y hasta lograr sus fines durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ahora Rivera ya no tiene la misma capacidad de maniobra. Los escándalos consecutivos que lo han involucrado como protector de pederastas o, por lo menos de abusos sexuales, han dañado su credibilidad.

Hasta algunos legisladores panistas consideran que la animosidad del cardenal y de grupos afines, como la Unión Nacional de Padres de Familia o Provida, "no ayudan" para enmendar la imagen de homofobia e intolerancia que le ha costado mucho a Acción Nacional.

El ombudsman capitalino, Emilio Álvarez Icaza, en conferencia de prensa realizada un día antes de la sesión de este jueves, respondió que la iglesia católica y sus organismos afines deben preocuparse más por sancionar a los propios abusadores que por la ley de sociedades de convivencia.

"Ojalá también publicaran desplegados para combatir los abusos sexuales al interior de la iglesia, que pusieran un ejemplo de justicia y respeto a los derechos humanos o que hicieran un pronunciamiento público en contra de las violaciones a los derechos humanos al interior de sus iglesias", remató Álvarez Icaza.

La derrota principal para el PAN fue no haber convencido con argumentos las presuntas "inconsistencias jurídicas" para volver a congelar la iniciativa durante tres años más.
Ahora, tanto el PAN como la jerarquía católica se enfrentan a la posibilidad de que en estados como Coahuila, Morelos y Michoacán se ventilen iniciativas similares para aprobar sociedades de convivencia.
El más entusiasta promotor de uniones gay's y lesbianas en Coahuila es el obispo de Saltillo, Raúl Vera, advirtiendo que las respetará siempre y cuando no sean consideradas plenamente como matrimonios. Además del obispo, los legisladores locales priístas y el mismo gobernador Humberto Moreira han expresado su apoyo a la discusión, que ya logró su primera victoria legislativa en el Distrito Federal.

3 comentarios:

mazehuali tlatoani dijo...

Importante noticia en efecto.

No deja de ser controversia el tema de la diversidad sexual, nuestra carta magna, asi lo estipula, el derecho que tiene cada quien a elejir libremente el destino de su vida y de su accion entre tanto no afecte a los demas.
Expreso totalmente mi repudi a la ingerencia de apostolicos homofobcos reprimidos y de igual forma a los pendejos del PAN. Me agrado particularmente que e nuestro paiz, haya gente con estrategias politicas viables, gente comprometida con el derecho de esta gran diversidad sexual, la unica a mi juicio que presento pacificamente esa lucha en la pasasa eleccion federal fue Patricia Mercado. LUCHEMOS POR VER ESA DIVERSIDAD SEXUAL COMO PARTE DE NUESTRA HUMANIDAD. Concluyo diciendo que estoy en desacuerdo con la adopción de hijos en parejas homosexuales, por la siguiente razon, El designio de la evoluciñon humana como procreacion?como le explico a mi hijo quien asume el papel de madre o padre?y como concebiran el grupo de amigos que mi hijo tenga una familia homosexual en los roles de sus padres?

Remo dijo...

Te faltó incluir Noruega en la lista de países que aceptan contratos civiles entre personas del mismo sexo sin llamarlos matrimonios.

Lo de la adopción de niños para parejas homosexuales hace tres años estaba en Noruega en estudio, y es que por un lado se argumentaba que facilitaría que un niño o niña fuera homosexual o lesbiana.

Por otra parte, decían que si de un matrimonio heterosexual algunos hijos adoptivos son homosexuales, no hay razón para creer entonces que de un matrimonio homosexual un hijo adoptivo no vaya a ser heterosexual.

Saludos sexuados.

El Zórpilo.

El Homo Rodans dijo...

amigos:
los leo con beneplácito, y sin embargo me sorprende el poco alcanze de sus reflexiones, y vertir opiniones sin tener a la mano datos fidedignos. En este momento lo que nos ocupa es obtener derechos, dejar de ser ciudadanos de segunda y por supuesto con ello erradicar la discriminación (entiéndase por ello la limitación para desplegar todos los recurso de la persona para una vida plena). el tema de la adopción en los "matrimonios" homosexuales replantea el concepto de familia que tenemos, ya octavio paz en sus obras nos hablaba un poco de estas familias mexicanas (y de otros lados del mundo) en el que se ha dejado de ser tradicionales tanto que ya caduca el concepto. En un matrimonio homosexual no se asumen "papeles" o "roles", me sorprende el prejuicio en torno a esto, y mas sabiendo toñito, que te gusta investigar sobre identidad de género. Se tienen dos papás o dos mamás.
y como lo he dicho siempre.No queremos que nos toleren, exigimos que nos respeten. abrazos desde la trinchera.