martes, abril 05, 2005

Amonestación.

Mejor no considerar a cada ser viviente como fantoche de los dioses, o nada más su juguete, o creado con un propósito -cuál de los dos, no podemos saber por cierto. Pero esto sí sabemos, que los sentimientos dentro de nosotros son como cuerdas y cordones que nos tiran en direcciones diferentes y contrarias, y hacia acciones contrarias; y aquí mismo yace la diferencia entre la virtud y el vicio. Según el argumento hay una cuerda que cada hombre debe agarrar y nunca soltar, sino tirar con ella contra todas las otras; y ésta es la cuerda sagrada y dorada de la razón.
Platón. Leyes, 644, último diálogo.

No hay comentarios.: