lunes, mayo 08, 2006

Embolia.

Hoy nos llegaron noticias del pueblo, mi abuelo fué hospitalizado por una embolia, ha quedado paralítico en la mitad de su cuerpo. Esto nos ha llenado de consternación, en especial a mi, ya que me identifico con ese estilo de vida vagabundo de mi viejo, ese transitar eterno, desplazarse, moverse. Ahora que ha perdido motricidad me lleno de congoja, me apeno porque sé lo difícil que es renunciar al desplazamiento físico, esa pequeña libertad que creemos verdadera.
Cuando experimentamos una pérdida en nuestras vidas, ya sea física, emocional, económica o social, atravezamos por un estado psicológico denominado reacción de duelo, natural, que permite reponernos de la experiencia de orfandad y asimilación del objeto perdido. La reciente enfermedad de mi abuelo inciará con reacciones de miedo, enojo, agresividad, ambiguedad, tristeza, melancolía e impotencia. Espero que el mismo espíritu rebelde que caracteriza a mi viejito lo mantenga firme para enfrentar su nueva condición física y reelabore su sentido de vida. Estas crisis siempre son invitaciones a reinventarnos. Todo mi amor para Papá Andrés, eterno viajero sin pies pero con relucientes alas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Duro, muy duro debe de ser para él.

Confío en que encuentre usted las palabras de aliento necesarias para con su mayor.

Saludos.

El Zórpilo.

J Lev dijo...

Hola. No me acuerdo ni como encontre tu blog, pero me gusta como escribes.

Ojala que todos los dias bonitos que tuviste y que seguramente tendras con tu abuelo se queden siempre contigo, como destellos intocables y sagrados dentro de tu memoria, y que nunca se borren para que lo puedas visitar siempre.

Saludos.