jueves, mayo 25, 2006
Se abogó por vivir el valor de la tolerancia, suponiendo que la democracia es el camino para vivir en un mundo mas equitativo, en el que las diferencias no fueran menos, sino mas, que esta pluralidad de paradigmas que somos los seres humanos nos enrriquecen y que debemos romper con los viejos tabúes, prejuicios y abrirnos al mundo. Noble postura, pero insuficiente a mi parecer.
Alguna vez le explicaba a un amigo que la tolerancia la podía entender de la siguiente forma: cuando quiero ir a la playa sé que hay mosquitos, que estos podrían causarme molestias, pero como mi deseo de sol, arena y agua salada es más grande, TOLERO, que hayan mosquitos. Sinembargo, cuando uno de esos mosquitos que ya dije que toleraría, se posa en mi brazo para quitarme mi valioso líquido rojo, lo aplasto sin miramentos. Eso es la tolerancia.
Creo que lo que realmente necesitamos para erradicar la discriminación, y en el caso que nos ocupa, la homofobia, es vivir el valor del RESPETO. En los países en vías de desarrollo, vivimos una incipiente democracia, muy en pañales y en proceso de consolidarse, en el que las diferencias a penas comienzan a reconocerse, a salirse de la oscuridad para manifestarse con toda su riqueza, con una fuerza inusitada. Comparado con las naciones industrializadas, como en la Europa, observamos una democracia madura, entrada en años, que vive el valor del respeto de una forma envidiable.
Se respeta el árbol del parque porque lo asumen como un bien comunitario, por lo tanto no permiten que un vecino clave su letrero para ofertar algún producto en ese árbol de todos, y se le defiende con ahínco, no solo por la comunidad, si no por las mismas leyes que se promulgan para garantizar la existencia de aquello que se toma por valioso. Lo mismo pasa con los animales y por supuesto con nuestros congéneres. Por ello no afirmo que sea una condición indispensable, ser un país altamente industrializado, para poseer una economía fuerte, un sistema educativo competente y un nivel de desarrollo social alto, con total respeto a los derechos humanos. Aunque si influyen todos estos factores.
Aún entre los que somos minorías o ciudadanos de segunda, existe la discriminación. Rechazamos al que le gusta transformarse con su atuendo en mujer, al que en sus modismos es afeminado, al que está entrado en carnes, al obeso. No es coherente pedir que nos respeten si primero no aprendemos a vivir con estas diferencias interpersonales que nos hacen únicos y valiosos.
El reconocimiento del otro es lo que nos dá pistas de quienes somos, nos invita a descubrirnos con esa negación o aceptación en la que derivamos después de un contacto humano real y sin barreras mentales.
¿Realmente somos respetuosos como para exigir que nos respeten?
jueves, mayo 18, 2006
miércoles, mayo 17, 2006
viernes, mayo 12, 2006
Caminito al puerto de tampico llevo mis petacas colmadas de recuerdos.
Ha sido extraño que en esta última semana en la huaxteca hidalguense, los viejos amigos aparecieron, sorprendidos de mi actitud para ellos casi suicida de irme a probar suerte, abandonar el confort y dejarme fluir. He podido despedirme de la gente que aprecio, y aunque para ellos y mi familia, miran mi partida con dolor, otros la miran con entusiasmo y felicidad. Al final unos se quedan y otros aparecen en la escena de mi vida.
Nuevos ciclos comienzan a abrir su circunferencia, misteriosos, poco visibles a la distancia y el niño explorador que siempre he mantenido vivo quiere adentrarse en los enigmas de las experiencias de vida. Siento una mezcla de sentimientos de miedo, excitación, euforia y melancolía.
Gracias por los buenos deseos que me han mandado desde la distancia, creo que me hará falta ese tipo de vibraciones positivas. Nos seguimos leyendo.
jueves, mayo 11, 2006
Monolito hallado en SLP podría rescribir la historia de Mesoamérica.
Monolito hallado en SLP podría rescribir la historia de Mesoamérica.
La zona de Tamtoc será la primera del estado en abrirse al público, luego de cinco años de labores.
Los huastecos habrían fundado la ciudad de Tajín y no viceversa, como se considera.
ANGEL VARGAS ENVIADO.
De confirmarse datos preliminares relacionados con el rescate de un gigantesco monolito descubierto en la zona arqueológica de Tamtoc, pondrían en entredicho teorías sobre la extensión geográfica alcanzada por los olmecas al norte del país, así como las concernientes al origen tardío de la cultura huasteca y su supuesto menor perfil de desarrollo, en comparación con las del resto de Mesoamérica.
Si bien el equipo arqueológico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), encabezado por el especialista Guillermo Ahuja, aún trabaja en la liberación del segundo y último fragmento en que se fracturó la pieza al caer al pozo de un manantial, al parecer por un aluvión, se cuenta ya con información parcial que permite situar el tallado de la misma entre los años 900 y 800 antes de nuestra era.
Lo anterior significaría que ese monumental relieve, en el que se representan tres figuras antropomorfas, dos de ellas decapitadas y la otra con rostro descarnado, fue hecho por artistas de origen olmeca, o incluso no se descartaría la tesis de que provinieran de un grupo diferente y contemporáneo al también conocido como cultura madre, según adelanta en exclusiva para La Jornada Guillermo Ahuja, en un recorrido por dicha ciudad prehispánica, enclavada en la Huasteca potosina y que será la primera de la entidad en ser abierta al público, este jueves, tras cinco años de su primera etapa de trabajo.
El fechado del monolito, denominado en principio simplemente Monumento 32, se hizo a partir del material cerámico localizado en torno suyo, cuya antigüedad se remonta a entre los años 1150 y 700 antes de nuestra era.
"Conforme se fue avanzado en torno de la recuperación del monolito comenzó a encontrarse material muy temprano, algunas figurillas con rasgos de jaguar en el rostro, en particular los labios, material que se asoció de inmediato por la antigüedad y el estilo con la cultura olmeca", indica el arqueólogo.
Al hacerse una revisión de esos materiales, se encontró que mantienen familiaridad con otros encontrados en Tecolutla (Veracruz), en los años 70. Tratando de ubicar la información existente hasta este momento sobre Mesoamérica, esto puede entenderse como el movimiento de expansión que tuvieron los olmecas, el cual había sido limitado a la zona de Tecolutla, y ahora todo parece indicar que se extendió mucho más al norte, hasta llegar cuando menos a lo que hoy es la Huasteca potosina.
"El tipo de construcción que tenemos, el manejo hidráulico y de drenes siguen reforzando la teoría sobre la presencia de los olmecas en esta zona. Lo tenemos en San Lorenzo, en Tres Zapotes, en la misma Venta, e incluso puede verse que algunos de estos grupos olmecoides emigraron hasta Guerrero", agrega Ahuja.
"En ese sentido, como lo entendería, son estos avances muy norteños que tiene la cultura olmeca, donde van a mezclarse con los grupos locales y de ahí, obviamente, comienza a retroalimentarse y surgirá lo que es la cultura tének o huasteca."
-¿Por qué pensar que fueron los olmecas y no una cultura contemporánea diferente? -se le pregunta al investigador, quien, por cierto, formó parte del equipo encabezado por Eduardo Matos Moctezuma que participó en las labores de rescate de la Coyolxauhqui, en 1978.
-Para poder hablar de una nueva cultura -responde- tendrían que tenerse todos los elementos y nosotros apenas vamos a entrar a ese análisis. Por la similitud del tipo de vasijas, fragmentos cerámicos y figurillas, hasta este momento lo que vemos es una línea de conexión hacia lo olmeca.
"Sin embargo, tampoco me cerraría a que esto ratifique que es producto del avance de esa cultura al noroeste del país. Lo digo porque es uno de los elementos que conocemos, que tenemos amarrados arqueológicamente, y es lo que me permitiría entender una presencia tan temprana aquí. En el momento de entrar a la interpretación de la glífica, la simbología, a lo mejor podríamos estar en condiciones de hablar de otro grupo."
El llamado Monumento 32 fue hallado de forma accidental en febrero de 2005, al noroeste de la zona, mientras se trabajaba en la restauración del canal hidráulico que, durante la época prehispánica conducía el agua del manantial a una laguna artificial creada dentro de la ciudad.
Se trata de un monolito de piedra arenisca polimineral, con ocho metros de largo de cuatro de altura, 50 centímetros de espesor y un peso superior a las 30 toneladas.
Sus relieves alcanzan entre los 12 y 15 centímetros de altura y, de acuerdo con el arqueólogo, todo hace suponer que se trata de un calendario lunar, como ha interpretado el astrónomo Daniel Flores, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Considerarlo como tal "no se dispara de la realidad que pudiera haberse tenido en Tamtoc o en la misma Huasteca", abunda Guillermo Ahuja. "Para los grupos sedentarios, el calendario más importante es el de la Luna y no el Sol, porque el ciclo lunar permite saber cuándo sembrar y cosechar, o si vendrá agua, frío o calor.
"Si hablamos de ciudades agrícolas, como ésta, ellas dependen de la Luna. El hecho de que lápida esté enclavada en un área de manantiales refuerza el concepto de la Luna como la generadora de los líquidos vitales."
En cuanto a su simbolismo, son básicamente tres figuras antropomorfas. Dos de ellas son del sexo femenino, están ubicadas a los flancos, aparecen decapitadas y de su cuello surge el líquido vital, sea agua o sangre. De esos chorros que brotan de las mujeres, aparecen aves que marcan las cuatro direcciones del mundo.
El centro de la pieza, en tanto, lo ocupa un personaje que, en su parte inferior, presenta elementos masculinos, mientras que la superior es de sexo femenino, con caja toráxica y rostro descarnados, y a cuyo ombligo y a los brazos llegan los chorros del líquido vital. En la parte superior, por último, aparecen símbolos que pudieran estar representando parte de los ciclos que tendrá la Luna.
Este glifado del monolito, enfatiza el arqueólogo, recuerda mucho a los prevalecientes en la zona arqueológica del Tajín; pero la antigüedad de estos primeros podrían confirmar que aquella ciudad veracruzana pudo haber sido fundada por los huastecos y no al revés, como se cree hasta la fecha.
Una vez rescatada completamente esta colosal pieza, obra cuyo presupuesto alcanzó los 900 mil pesos, se procederá a unirla con su otro fragmento y posteriormente será subida al sitio donde se cree fue colocada originalmente. Allí permanecerá, con las medidas pertinentes para su cuidado y preservación. El proyecto era tenerla lista para la apertura de Tamtoc al público, pero al parecer los trabajos se extenderán un mes y medio más.
15 minutos de amor pagado.
Se tiró sobre la cama atando aquél cuerpo -el otro, el ajeno, el de ocasión- con sus brazos presurosos, desbordantes en ademanes que expresaban la pasión desatada a caudales, vertidos en la tersa piel oscura de aquél hombre sin nombre, pero al que lo esclavizaba el deseo.
Rápido se deshicieron de sus ropas, en aquella hora resultaba incómodo no estar desnudos, y sus bocas se encontraron en la oscuridad para dejarse ahogar, ebrios del deseo, en un nudo de manos, piernas, brazos, dientes, lengua, sexos. Aparecían y desaparecían del mundo, dominando el secreto de los ilusionistas, escapándose de la mirada atenta, del aplauso fácil. Quince minutos de amor pagado, de ganas consumidas, de conquistas mutuas, de eyaculación presurosa, de flacidéz exprimida. Y después: el abandono torpe e insensible, las expresiones de rigor, la transacción monetaria, una puerta que se cierra y el sonido de unos pasos presurosos que se alejan buscando la salida.
Y él se volcó a la cama como un náufrago nocturno, aferrado a los pliegues de las sudorosas sábanas, buscó refugio en la silueta aún tibia que se dibujaba en el mullido colchón, aspirando con fuerza su aroma recogida en la almohada, asido a ese aire clandestino como su última bocanada de oxígeno, empeñado en prolongar con viveza, el recuerdo de su entrega carnal. Y su excitación renacío en el silencio de aquella habitación.
Como un felino se relamió los bigotes en un beso ficticio, sus manos jugaron a capturar lo inasible, la fogozidad le erizó el espinazo, perdiéndose en la nuca, ascendiendo a la cabeza. Urgente del cariño cálido, de las manos precisas, y del descanso ofrecido en un regazo.
Alguien golpeó con fuerza a su puerta, no fué necesario cruzar palabras, era el aviso de que el tiempo se había agotado, que otros esperaban acojerse en el remolino que dejó en las sábanas. Perezoso cubrió su desnudéz, incorporándose del letargo y la ensoñación, echó un breve vistazo a la escena, para luego dejarse resignado devorar en las fauces de la vida rutinaria que nace al salir de un hotel de paso.
miércoles, mayo 10, 2006
Víctima del consumo.
En la mañana que salí del departamento observé las calles volcadas de imperecederas flores de plástico, reflexiones grabadas en cartón, enseres domésticos con llamativos moños, gente apiñonada en los recuerditos alusivos al día de las madres, en el aire sonabam canciones dedicadas a la progenitora, serenatas, poemas declamados con ferviente devoción. Toda clase de regalo impensable para honrar la sacralidad virginal de las madres del mundo.
Y no pude evitar sentirme tonto caminando en ese mar de ávidos consumistas. Ruborizado caminé hasta el mercado, avergonzado de mi mismo, pues a pesar de oponerme a estas prácticas, mi educación desde la infancia con los festivales escolares del día de las madres, ls poesías memorizadas, las manualidades consagradas para ofrendarlas a nuestras progenitoras, me hicieron sentir culpable de pasar por alto el festejo.
Y es que a final de cuentas, las madres necesitan tan poco para hacerles sentir amadas, basta un detalle casi insinificante para que se derramen en lágrimas, en palabras amorosas de sorpresa, satisfacción y honra. ¿porqué negarles la ilusión?. Compré un ramo de flores, las favoritas de mi madre y furtivo, casi queriendo que la gente no me mirara andar por las calles con mi ramo, me dirigí a su encuentro. La felicidad en sus ojos hizo que mis valores traicionados cobraran sentido.
lunes, mayo 08, 2006
Embolia.
Cuando experimentamos una pérdida en nuestras vidas, ya sea física, emocional, económica o social, atravezamos por un estado psicológico denominado reacción de duelo, natural, que permite reponernos de la experiencia de orfandad y asimilación del objeto perdido. La reciente enfermedad de mi abuelo inciará con reacciones de miedo, enojo, agresividad, ambiguedad, tristeza, melancolía e impotencia. Espero que el mismo espíritu rebelde que caracteriza a mi viejito lo mantenga firme para enfrentar su nueva condición física y reelabore su sentido de vida. Estas crisis siempre son invitaciones a reinventarnos. Todo mi amor para Papá Andrés, eterno viajero sin pies pero con relucientes alas.
sábado, mayo 06, 2006
No es que muera de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma, de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.
Muero de ti y de mi, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.
Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.
Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros,
separados del mundo, dichosa, penetrada,
y cierto , interminable.
Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.
Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos oscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte ,amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
inconsolable, a gritos,
dentro de mi, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos.
Jaime Sabines.
jueves, mayo 04, 2006
Somebdoy
Periodismo Cultural.
No faltaron burlas cuando el presidente Fox se detuvo al leer Borges, y pronunció Borgues. Era evidente que jamás había visto ni oído el nombre del escritor. Pero lo escandaloso no es tener esa ignorancia (que comparten millones de mexicanos), sino tenerla después de haber pasado por la educación pomposamente llamada superior.Lo mismo hay que decir del periodismo cultural. Lo escandaloso no es que se escriban reportajes, comentarios, titulares o pies de fotos con tropezones parecidos, sino que lleguen hasta el público avalados por sus editores. O no ven la diferencia o no les importa. Así como los títulos profesionales avalan la supuesta educación de personas que ni siquiera saben que no saben (aunque ejercen y hasta dan clases), los editores avalan la incultura como si fuera cultura, y la difunden, multiplicando el daño. El daño empieza por la orientación del medio (qué cubre y qué no cubre, qué destaca, bajo qué ángulo) y continúa en el descuido de los textos, los errores, falsedades, erratas y faltas de ortografía.
Cómo se construye la homofobia
La homofobia es la actitud hostil respecto a los homosexuales, hombres y mujeres. Parece ser que el término fue utilizado por primera vez en Estados Unidos, en 1971, pero hasta finales de los años ochenta no apareció en los diccionarios franceses. Para Le Nouveau Petit Robert, homófobo es el que manifiesta aversión hacia los homosexuales, y para el Petit Larousse, la homofobia es el rechazo de la homosexualidad, la hostilidad sistemática respecto a los homosexuales. Pero aunque efectivamente el componente primordial de la homofobia es la repulsa irracional, incluso el odio, hacia gays y lesbianas, no puede ser reducida sólo a eso.
* Investigador y profesor de Derecho privado en la Universidad de París. Este texto es la introducción del libro de Daniel Borrillo Homofobia (Edicions Bellaterra, Barcelona, 2001) y se publica con la autorización del autor.
lunes, mayo 01, 2006
Miss. Christy
Vi con sus ademanes, como le preguntó al joven fornido que estaba parado a su lado si fumaba, porque precisaba de un cigarrillo, y ante la negativa descortés, comentó avergonzada que esperaría a que el niño vendedor de dulces pasara a ofrecérselo. Movido en solidaridad con mi compañera de vicio, le ofrecí mi cajetilla y el encendedor, con manos trémulas logró desprender un tabaco y encenderlo. Me agradeció timidamente, con un gracias inaudible y una expresión en su mirada de eterna gratitud. Yo le sonreí y me volví a concentrar en mi trago.
Entrado en calor por el efecto del alcohol y el ligero bochorno que a media noche impregnan los calores y humores de los parroquianos, busqué un poco de aire fresco en la barra de la planta alta. Examiné el lugar y no encontré asiento disponible, ni espacio para colocar mi cerveza. Una mano ligera me hacía señas al otro lado de la habitación y me invitó a sentarme a su lado. Presto dirigí mis pasos a aquél lugar que se me había hecho y lo agradecí. Se presentó como Christina con una voz ronca y quebrada, extendiéndome su mano para besarla lo cual me tomó por sorpresa y en mi confusión le dí un sólido apretón de manos. Era la misma pequeña mujer que horas antes buscara conversación pretextando el obsequiado cigarrillo, me decía que estaba esperando a alguien, que acostumbraba citarse en ese bar con sus amantes, que mi compañía amortiguaba el dolor de sus extensas soledades. El lugar amenazaba con volverse un nudo humano, así que pronto me ví emigrando a una mesa recién desocupada y a lo lejos miré como Christina jugaba con la botella vacía entre sus dedos, en su cara se permeaba el hastío.
Las horas se amontonaban una sobre la otra, mi novio y yo conversábamos tranquilamente cuando una mano se posó en mi hombro. Al voltear, Christina me pedía, ebria de tristeza, con sus ojos vidriosos por la desilusión del amor mal logrado y los labios resecos, una cerveza, que calmara esa sed de saberse amada, donde remojara el deseo marchito, ahogar los años que se fueron, cerveza que amargara su lengua contra el áspid de quien se ensañaba con toda clase de insultos por ser distinta, por amar diferente, por dejarse reducir a una caricaturización humana.
Tambaleante alcanzó el acceso principal, afuera llovía con intensidad, las luces neon y los espectaculares comenzaban a apagarse. El agua golpeaba su rostro con insistencia corriendo el maquillaje barato, reduciendo su cara en una forma abstracta de ángulos filosos, de apagadas carnes, de duro mirar, una mole contradictoria de polos opuestos y de melancolía constante que fue desapareciendo en un signo mudo de confusión.