jueves, junio 15, 2006

EVANESCENTE • prácticas del autorretrato

La mano languidece, la firmeza del puño deja escapar paulatinamente al pincel, la figura se disipa; ¿pérdida de una identidad? En diversos ejercicios del arte contemporáneo, al autorretrato se lo ha sometido a una resignificación que opera bajo una premisa conceptual: el abandono de una referencia figurativa definida («éste que pinta soy yo») a favor de una fragmentación identitaria. Dicha resignificación, que en los años sesenta resulta novedosa en cuanto a sus resultados formales (Johns, Morris, Rauschenberg, Manzoni, Mapplethorpe...), se refuerza por las exploraciones de artistas posteriores quienes conciben al autorretrato como una práctica de representación y de autorepresentación (Sherman, Morimura, Kawara, Calle...) Si bien este proceso opera bajo una premisa conceptual e incide en la producción artística más reciente, lo conceptual del autorretrato se sitúa en los hallazgos del arte clásico, donde «la representación se da como pura representación» (Las meninas de Velázquez, a través de Foucault).

Esta exposición —concebida ex profeso como un espacio de incertidumbre y de diálogo entre el arte clásico y el arte contemporáneo— gira en torno a límites, estrategias y prácticas del autorretrato. Prácticas que, producidas en diferentes tipos de soporte, centran su atención en esa difícil aprehensión de lo inaprensible («éste soy yo, ésta es mi obra»), que es aquello que define la vigencia del autorretrato. La evanescencia se instaura así en el centro de la práctica y en la periferia del diálogo que se establece entre la identidad, el cuerpo y la obra del artista. Prueba de ello son, en primera instancia, los ejercicios de manipulación de la mirada (María Eugenia Jiménez Melo • Everardo Rivera), de tensión cromática (Carlos Arias), de vouyerismo (Ángela Arziniaga) y de recreación (Dulce María Jurado • Gustavo Mora). De la misma manera, las exploraciones táctiles tanto con los soportes (Juan Pablo Macías • Eliecer Eduardo Alejo), como con el cuerpo propio (Yara Almoina).

Y, finalmente, el cuestionamiento que, desde los límites figurativos, se le hace al autorretrato: ¿es posible fraguar una identidad a través del estilo? (Ernesto Cortés García • Martín Peregrina). De esta manera, los artistas invitados a esta exposición instauran un eje de reflexión en el cual diversas prácticas de (auto)representación continúan explorando las arbitrariedades entre lo que se nombra, lo que se alcanza a ver y lo que se vive en carne propia.
Iván Ruiz
Palabras de inauguración por Omar Calabrese
brindis de honor junio 15 2006 . 20:00 hrs.
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Seminario de Estudios de la Significación
Cátedra Greimas

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí me gusta el autorretrato escrito que hizo de sí mismo Cervantes de Saavedra.

Saludos.

El Zórpilo.

Social Drinking y Su Sonido Chikinasty dijo...

usted si sabe....ajua