Tal vez, sin embargo no deba ser conveniente hacer el inventario de las fuerzas y de las debilidades de alguien, para luchar contra ese o como simple registro estadístico sin hacer balance previo de las nuestras propias y en esa ponderación será imposible ignorar aquellas que, a fin de cuentas, pesan en nosotros como bolas de plomo arrastradas en el rodar de un cilindro, en realidad movido por otra fuerza, pero en cuyo movimiento las mismas bolas actúan sin que el cilindro lo note y sin que la fuerza efectiva lo sospeche.
José Saramago. Manual de pintura y caligrafía.
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