lunes, abril 13, 2009

El nacimiento del maíz.


Una señora tenía una hija preciosa. La encerró en un cajón grande y no la dejaba salirn por temor a que alguien la enamorara, se casara con ella y tuvieran hijos.

Muchos jóvenes deseaban hablar con la muchacha. Buscaban la oportunidad pero no sabían como engañar a la señora.

-"cómo le vamos a hacer?" -se preguntaban muy pensativos.
"vamos a llamar a la hormiga arriera"-propuso uno de ellos- como tiene tijeras a lo mejor puede cortar el cajón.

Los demás estuvieron de acuerdo. Llamaron a la hormiga arriera y le dijeron de qué se trataba. Ella hizo el intento de cortar el cajón pero no pudo.

-"Llamémos al pájaro carpintero. el podría agujerar el cajón con su pico y entonces nosotros veríamos a la muchacha".

Pero el pájaro carpintero tampoco pudo cortar el cajón. Como nada les había resultado acordaron hacer una fiesta.

-"Vamos a hacer un baile en la casa de la muchacha"-dijeron.

Entonces fueron a pedirle permiso a la mamá. Ella dijo que sí, que hicieran la fiesta en su casa. Pero a la mera hora no dejó salir para nada a su hija.

Mientras unos estaban en la fiesta distrayendo a la señora, otros fueron por el ratón.

-"Quién quita él si logre romper el cajón".

El ratón casi les aseguró que podía agujerar el cajón con sus dientes macizos. Y así fue. Luego que entró al cajón le dijo a la muchacha:

-"Ya estás libre. Ahora dile a tu mamá que te lleva a bañar al arroyo. Cuando te esés bañando vas a oír un grito. Entonces tú alzas la cara y abres la boca.

-"Sí -dijo la muchacha- así lo haré.

El ratón, por su lado, fue a ver al tordo y le pidió que le hiciera un favor. El tordo escuchó muy serio lo que el ratón le explicaba.

-"Mira-le dijo-echa un grano de estos al vuelo, de modo que caiga en la boca de la muchacha". Y le dio un grano amarillo.

La joven convenció a su mamá para que la llevara al riachuelo. Cuando estaba bañándose, oyó el grito, alzó la cara y abrió la boca. El tordo aventó un grano amarillo que cayó en la mera boca abierta de la muchacha. Se lo tragó entero.

Por más que intentó, la mamá no pudo sacarle aquello que el pájaro le echó en la boca a su hija. Algún tiempo después a la muchacha bonita le empezó a cambiar el cuerpo, como a las señoras cuando van a ser mamás. Luego tuvo un hijo, de puro maíz.

Leyenda de Matlapa, San Luis Potosí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta no es el mito que yo lei eso no este0 el verdadero mito