miércoles, marzo 19, 2008

Dos leyendas huastecas.

Según crónicas históricas el descubrimiento del pulque tuvo lugar en el "Monte de la Espuma" (Pozonaltépetl), por Mayahuel y Patecatl.

Una ves descubierta en la región del altiplano lo que consideraron una exquisita bebida, los caudillos de los señoríos se congregaron para deleitarlo, bebiendo cuatro vasijas cada uno, pero Cuaxtecatl, señor de los huastecos pidió una quinta con la cual se embriagó. Ya intoxicado se desnudó y arrojó sus ropas. Ante el vergonzoso acto se deliberó su expulsión.

Cuextecatl fue seguido por todos los que entendían su lengua y se dirigieron a Panutla, también llamado Pantla. Se dice que los huastecos llevaban consigo la diversión: flautas, tambores y muchas actitudes más, pero no abandonaron su desnudez y embriaguez.

Los varones siguiendo el ejemplo de su caudillo siempre andaban embriagados y alucinados como ingiriendo yerbas, y desnudos por el clima extremadamente cálido de la tierra que habitaban, ya que usaron bragueros hasta que llegó la conquista espiritual.

La historia refiere que los primeros habitantes de Pánuco habrían atravesado el mar en balsas y que de la costa se dirigieron a la Sierra Nevada hasta llegar a un lugar llamado Temoanchan donde inventaron el calendario y la escritura y tuvieron acceso a conocimientos ancestrales hasta que fueron expulsados.

Se habla que Quetzalcóatl, el dios blanco barbado, llegó de Oriente en un navío. Era un hombre bien dispuesto de aspecto grave. Su vestuario era una túnica blanca larga. Fue promotor de la cultura, de la abstinencia y el oden. Señala la historia que atravesó el mar de norte a sur arribando finalmente a Pánuco.

Tancuilin era un pueblo posiblemente más extenso que Tamazunchale, habitado por españoles e indígenas. Cuenta la leyenda que cierto día apareció un gusano de aproximadamente quince centímetros, con ciertas características que llamó poderosamente la atención de los lugareños, las mujeres del poblado acostumbraban acudir diariamente a la orilla del río a lavar el nixtamal, arrojando puñados del maíz cocido para alimentar al animal.

Conforme fue pasando el tiempo el gusano se transformó en una víbora de dimensiones asombrosas, con una piel que resaltaba vivos colores. El gigantesco reptil siguió habitando las aguas del río convirtiéndose en mascota de la comunidad.

Un domingo por la mañana dos niñas decidieron nadar en las apacibles aguas del río Tancuilin, de repente una de ellas fue jalada a las profundidades, su pequeña amiga solo alcanzó a gritar su nombre para después paralizada de miedo observar como la víbora devoraba a su compañera.

Los pobladores rápidamente se hicieron presentes en el lugar de la tragedia y empezaron las especulaciones:

- posiblemente fue otro animal.

- nuestra víbora solo está acostumbrada a comer nixtamal.

La pequeña niña que fue testigo de la tragedia detalló el suceso y se llegó a la conclusión de matar a la gigantesca serpiente. Su aniquilamiento fue una tarea que realizaron todos los hombres de Tancuilin pero no conformes con darle muerte comieron su carne. Los pobladores ignoraban que esa víbora era la representante del dios Quetzalcóatl, quien montó en cólera y mandó una tromba que borró toda seña de vida en el poblado.

Algunos habitantes de Tamazunchale de esa época supieron del castigo y su fervor hacia Quetzalcóatl fue en aumento. En aquel entonces Tamazunchale tenía dos imponentes pirámides en su calzada más importante (la ubicación actual sería el lugar que ocupa el Hotel Tropical y el edificio Télmex).

Algunos habitantes de la antigua Tam Uxum Tzalle comenzaron a elaborar cerámica con motivo de adoraciones a Quetzalcóatl y hubo quienes reprodujeron la cabeza de aquel colosal reptil que había desaparecido a todo un poblado.

Una enorme cabeza de la víbora representante de Quetzalcóatl está colocada en una casa de la esquina de la calle Cuahutémoc, frente a Telmex.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hago alusion a la vida por haber encontrado, una piedra que en su momento pense que era una piedra de apoyo que tendria que pasar por ella, y hoy se que al mostrar su solidez en la que estaba poniendo mi pie, vi como se despojo de ella, ese extraño brio que pude descrubrir, que no es una simple piedra de apoyo que es mas que eso, que es un diamante que ha dejado al decubierto su belleza, su brillo azul que a deslumbrado mis ojos, ya que que se han quedado atonitos a su brillo sin igual, es esa pierdra que hoy no quisiera ya pisar sino tomarla en mis brazos y llevarla ha evaluar, sabiendo que el joyero la tendria que valorar, su gran valor para poner manos a trabajar para ser el diamante mas precioso que en la vida me puedo encontrar.

Que tengas un exelente fin de semana cuidate. r.g.l

Mike dijo...

QUE BUEN RELATO, LA MITOLOGIA DE LA HUASTECA FLUYE EN TI. fELICIDADES!

ka! dijo...

...pues..es que al final todos somos orgullosos "contadores" de la historia de nuestras tierras...nos gusta gritarla y hacersela saber a los demás...

Falta me hace escribir algo así..

Remo dijo...

Muy bellas historias, de verdad...

Creo que en mi viaje de San Luis Potosí a Tampico pasé por Tamazunchale...

Saludos viajeros.

El Zòrpilo.