- ¿qué buscas amor?
- La madeja de hilo que he sido.
- ¿ y la encontraste?
- ¡La he perdido!
- ¿quién la ha tomado?
- El niño que fui antes de haber nacido.
- ¿la reconoces?
- Tiene color a tiempo y lleva fibras de mi cuerpo.
- ¿huele a frutas?
- A durazno y a libro viejo.
- ¿buscaste en el baño?
- Solo encontré mi reflejo.
- ¿estaba desnudo?
- Traía un silencio en el pecho.
- ¿le hablaste?
- Canté una canción en mi encierro.
- ¿era de noche?
- como tu cuerpo.
- ¿buscaste en mi cuerpo?
- Encontré las huellas de un muerto.
- ¿era viejo?
- Como el polvo del sueño.
- ¿pudiste dormir?
- Pensaba en tus pechos.
- ¿quieres café?
- Mejor cuéntame un cuento.
- Los amantes buscan en el silencio de los sueños, el polvo viejo que se les ha perdido.
Cantan, lloran y se ven al espejo.
Su aroma de sexo se mete en sus pechos.
Si el tiempo es un niño, regresa de noche,
si acaso es un muerto, se encuentra en tu cuerpo.
4 comentarios:
Onirico...
Entre una canción de cuna y un poema de Sabines, donde el sexo y la muerte se conjugan y forman eso que llamamos amor.
Realmente disfrutable.
bonito ejercicio! xD
luego me cuenta que tal estuvo astrid
Homo,
lejos lo más inspirador que has escrito. Te espero en mi blog para el segundo ejercicio (añadido al último post)
Un beso!
Alfonsina (...Cicuta O Maleza?...)
Que interesante frase... el silencio de los sueños... el polvo que queda en ellos, el que nunca se puede ir y siempre flota para volver al sitio de donde tratamos de sacarlo!
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