Dando continuidad al caso de violencia que vivieron varios clientes de un conocido bar en el puerto de Tampico, sorprende que no haya aparecido una nota al respecto en los principales periódicos de circulación local, como son el Diario de Tampico, El Sol de Tampico y el Milenio.
Y es que conforme me he enterado, el problema de fondo es mas profundo de lo que aparenta.
La corrupción que vivimos en México asciende hasta el escenario de la política y los cuerpos policíacos. Antes cualquier ciudadano provinciano escuchaba los abundantes casos de inseguridad que se viven en una ciudad con las dimensiones que tiene el Distrito Federal, escuchábamos a padres de familia quejándose del narcomenudeo a las afueras de los colegios y escuelas públicas, el secuestro express, las violaciones y ejecuciones en el barrio, impresionándonos por la violencia siempre patrocinada por quienes ostentan el poder. Nos consolaba pensar en lo afortunados que éramos al no vivir en una urbe donde la ley de la selva se vive día a día, quizá como un recurso psíquico para no deprimirnos y poder construir nuestras vidas sin la angustia que representa el simple hecho de salir de casa.
Pensar "a mi nunca me va a pasar algo así" es a mi juicio uno de los errores mas comunes que cometemos las personas cuando reflexionamos en torno a los peligros cotidianos en los que podemos estar inmersos, atrayendo la desgracia a nuestras vidas ya que este sentimiento de omnipotencia y falsa seguridad, nos expone a encontrarnos con situaciones de alto riesgo de daño, acentuando la vulnerabilidad.
Uno de los fundamentos sobre los que se construyen una serie de técnicas y métodos para la protección civil dice que todos somos susceptibles a lo largo de nuestra existencia, a sufrir algún grado de daño, ya sea físico o psicológico. Sin embargo, aun con la prevención que implementamos desde que somos pequeños, el problema se ha agravado por la negligencia y la corrupción de nuestros gobernantes y por la procuración de justicia.
Ahora que he hablado con las personas que fueron víctimas de la violencia organizada y sistematizada (muchos de ellos con síndromes post trauma) he obtenido algunos datos interesantes sobre lo sucedido y la forma en que se ha interpretado el evento.
Generalmente ante una situación para la que no se está prevenido, después de la confusión inicial y a los mecanismos adaptativos que fallan, se requiere obtener información sobre lo sucedido para reestablecer en algún grado el sentimiento de control, autonomía y seguridad básica sobre las que partirán la recuperación, la elaboración o interpretación del evento traumatizante y la(s) acción(es) encaminadas a sanar y superar el trauma.
En este caso específico, en el que un grupo de personas fuertemente armadas y encapuchadas clausuraron las salidas principales y de emergencia de un conocido bar para golpear y traumatizar a los clientes ahí reunidos. La principal necesidad fue la de obtener información sobre la identidad del enemigo. Había que reconocer quién o quienes eran los victimarios que con toda organización, estrategia e impunidad, habían aterrorizado a un grupo específico de la sociedad.
Las divagaciones señalan que se trata del Cártel del Golfo. La finalidad de atacar estratégicamente a los clientes de los lugares de oscio y esparcimiento mas populares de Tampico, es una estrategia para obligar a los dueños de estos espacios para distribuir drogas a la clientela. Ante la negativa de los propietarios, el recurso es la intimidación a través del uso excesivo de la fuerza, misma que se repetirá hasta obtener que acepten el narcomenudeo o en su defecto, espantar a la clientela hasta hacerlos cerrar sus administraciones, debido también a que el contratar personal de seguridad privada suele ser muy costoso y esto repercutiría en los precios de los insumos. Nótese que la violencia mostrada es propia de personas con algún tipo de entrenamiento militar. Saben cómo y qué parte del cuerpo golpear sin muestras físicas observables de la violencia.
El bar en el que mi pareja fue atacado no ha sido el único, se habla de otros dos principales bares y una discotecas homosexuales. Pero también de discotecas selectas de reunión mixta. Es necesario señalar que el día del asalto los servicios de patrullaje al parecer fueron suspendidos momentáneamente ya que ninguna patrulla se presentó esa noche en el primer cuadro de la ciudad a realizar sus rondas.
Se le atribuye a la mafia del Cártel del Golfo este atentado, razón por la cual ningún medio de comunicación cumplió con su deber ético de informar a la población, una vez mas el temor a las represalias ha silenciado a los comunicadores sociales, los ha amedrentado un grupo de sicarios, han antepuesto el autobienestar sobre su función social. No es la primera vez que sucede y sabemos que su silencio se prolongará hasta el día en que también, las ejecuciones de periodistas y editores se investiguen, se enjuicien y se sentencien.
Por otra parte, el narcotráfico no solo ha sembrado el terror en la ciudadanía, no solo extendió su dominio hacia el sur de Tamaulipas. En el pasado Festival Internacional de Tamaulipas, organizado en el mes de octubre del 2006, durante un evento en el que se convocó a los principales talentos de la cultura electrónica. Con el mismo modus operandi, un grupo de sicarios agredió a los jóvenes ahí reunidos, en un acto con fuerte connotación política, se dejaba un mensaje al gobierno municipal, estatal y federal: ellos son los que en realidad controlan al país, ellos son los que en realidad tienen el poder.
Atacar a los clientes de bares y discotecas, irrumpir violentamente en un evento cultural organizado por los gobiernos intermunicipales del sur de Tamaulipas, es una clara señal de que se ha violentado el estado de derecho, la democracia, y los derechos humanos más básicos. La ola de violencia a penas comienza a sentirse en las ciudades provincianas que alguna vez se pensó, estaban a salvo de esta gangrena que nos está pudriendo como sociedad.
Agradezco por este medio las muestras de solidaridad, la indignación y las protestas que algunos lectores y amigos han hecho después del asalto. A Toño "el poeta maldito", agradezco que haya llevado su mensaje de repudio al extranjero, a los hermanos Cubanos que mandaron e-mails, de verdad muchas gracias.
Y es que conforme me he enterado, el problema de fondo es mas profundo de lo que aparenta.
La corrupción que vivimos en México asciende hasta el escenario de la política y los cuerpos policíacos. Antes cualquier ciudadano provinciano escuchaba los abundantes casos de inseguridad que se viven en una ciudad con las dimensiones que tiene el Distrito Federal, escuchábamos a padres de familia quejándose del narcomenudeo a las afueras de los colegios y escuelas públicas, el secuestro express, las violaciones y ejecuciones en el barrio, impresionándonos por la violencia siempre patrocinada por quienes ostentan el poder. Nos consolaba pensar en lo afortunados que éramos al no vivir en una urbe donde la ley de la selva se vive día a día, quizá como un recurso psíquico para no deprimirnos y poder construir nuestras vidas sin la angustia que representa el simple hecho de salir de casa.
Pensar "a mi nunca me va a pasar algo así" es a mi juicio uno de los errores mas comunes que cometemos las personas cuando reflexionamos en torno a los peligros cotidianos en los que podemos estar inmersos, atrayendo la desgracia a nuestras vidas ya que este sentimiento de omnipotencia y falsa seguridad, nos expone a encontrarnos con situaciones de alto riesgo de daño, acentuando la vulnerabilidad.
Uno de los fundamentos sobre los que se construyen una serie de técnicas y métodos para la protección civil dice que todos somos susceptibles a lo largo de nuestra existencia, a sufrir algún grado de daño, ya sea físico o psicológico. Sin embargo, aun con la prevención que implementamos desde que somos pequeños, el problema se ha agravado por la negligencia y la corrupción de nuestros gobernantes y por la procuración de justicia.
Ahora que he hablado con las personas que fueron víctimas de la violencia organizada y sistematizada (muchos de ellos con síndromes post trauma) he obtenido algunos datos interesantes sobre lo sucedido y la forma en que se ha interpretado el evento.
Generalmente ante una situación para la que no se está prevenido, después de la confusión inicial y a los mecanismos adaptativos que fallan, se requiere obtener información sobre lo sucedido para reestablecer en algún grado el sentimiento de control, autonomía y seguridad básica sobre las que partirán la recuperación, la elaboración o interpretación del evento traumatizante y la(s) acción(es) encaminadas a sanar y superar el trauma.
En este caso específico, en el que un grupo de personas fuertemente armadas y encapuchadas clausuraron las salidas principales y de emergencia de un conocido bar para golpear y traumatizar a los clientes ahí reunidos. La principal necesidad fue la de obtener información sobre la identidad del enemigo. Había que reconocer quién o quienes eran los victimarios que con toda organización, estrategia e impunidad, habían aterrorizado a un grupo específico de la sociedad.
Las divagaciones señalan que se trata del Cártel del Golfo. La finalidad de atacar estratégicamente a los clientes de los lugares de oscio y esparcimiento mas populares de Tampico, es una estrategia para obligar a los dueños de estos espacios para distribuir drogas a la clientela. Ante la negativa de los propietarios, el recurso es la intimidación a través del uso excesivo de la fuerza, misma que se repetirá hasta obtener que acepten el narcomenudeo o en su defecto, espantar a la clientela hasta hacerlos cerrar sus administraciones, debido también a que el contratar personal de seguridad privada suele ser muy costoso y esto repercutiría en los precios de los insumos. Nótese que la violencia mostrada es propia de personas con algún tipo de entrenamiento militar. Saben cómo y qué parte del cuerpo golpear sin muestras físicas observables de la violencia.
El bar en el que mi pareja fue atacado no ha sido el único, se habla de otros dos principales bares y una discotecas homosexuales. Pero también de discotecas selectas de reunión mixta. Es necesario señalar que el día del asalto los servicios de patrullaje al parecer fueron suspendidos momentáneamente ya que ninguna patrulla se presentó esa noche en el primer cuadro de la ciudad a realizar sus rondas.
Se le atribuye a la mafia del Cártel del Golfo este atentado, razón por la cual ningún medio de comunicación cumplió con su deber ético de informar a la población, una vez mas el temor a las represalias ha silenciado a los comunicadores sociales, los ha amedrentado un grupo de sicarios, han antepuesto el autobienestar sobre su función social. No es la primera vez que sucede y sabemos que su silencio se prolongará hasta el día en que también, las ejecuciones de periodistas y editores se investiguen, se enjuicien y se sentencien.
Por otra parte, el narcotráfico no solo ha sembrado el terror en la ciudadanía, no solo extendió su dominio hacia el sur de Tamaulipas. En el pasado Festival Internacional de Tamaulipas, organizado en el mes de octubre del 2006, durante un evento en el que se convocó a los principales talentos de la cultura electrónica. Con el mismo modus operandi, un grupo de sicarios agredió a los jóvenes ahí reunidos, en un acto con fuerte connotación política, se dejaba un mensaje al gobierno municipal, estatal y federal: ellos son los que en realidad controlan al país, ellos son los que en realidad tienen el poder.
Atacar a los clientes de bares y discotecas, irrumpir violentamente en un evento cultural organizado por los gobiernos intermunicipales del sur de Tamaulipas, es una clara señal de que se ha violentado el estado de derecho, la democracia, y los derechos humanos más básicos. La ola de violencia a penas comienza a sentirse en las ciudades provincianas que alguna vez se pensó, estaban a salvo de esta gangrena que nos está pudriendo como sociedad.
Agradezco por este medio las muestras de solidaridad, la indignación y las protestas que algunos lectores y amigos han hecho después del asalto. A Toño "el poeta maldito", agradezco que haya llevado su mensaje de repudio al extranjero, a los hermanos Cubanos que mandaron e-mails, de verdad muchas gracias.
3 comentarios:
Brother... Ya no me sorprende... ya no me asusta... ¿¿¿que demonios nos pasa???
¿Vamos a seguir permitiendo esto?
Vivir con miedo es estar en una prisión... Que nuestra libertad no sea superada por gobernantes corruptos, ni por carteles delictivos.
SOLO ALZANDO LA VOZ NOS ESCUCHARAN. Y que este medio sirva... Un abrazo.
Nuestro país vive uno de los peores momentos en cuanto a inseguridad, corrupción y narcotrafico.
Como menciona Miguel, somos presa del miedo, salimos a la calle volteando para todos lados implorando al cielo regresar con vida.
Y lo peor del caso es que esos espectaculares operativos del gobierno parecieran estar buscando mas el impacto mediatico en la sociedad que una solucion real.
Amo mi terruño y por eso me duele ver como lo estan sangrando.
Por otro lado desafortunadamente mucha gente usa como unica opción informativa la televisión, terrible error, en este pais si quieres la verdad debes aprender a buscarla.
Nuestro país vive uno de los peores momentos en cuanto a inseguridad, corrupción y narcotrafico.
Como menciona Miguel, somos presa del miedo, salimos a la calle volteando para todos lados implorando al cielo regresar con vida.
Y lo peor del caso es que esos espectaculares operativos del gobierno parecieran estar buscando mas el impacto mediatico en la sociedad que una solucion real.
Amo mi terruño y por eso me duele ver como lo estan sangrando.
Por otro lado desafortunadamente mucha gente usa como unica opción informativa la televisión, terrible error, en este pais si quieres la verdad debes aprender a buscarla.
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