Porfirio Miguel Hernández Cabrera.
En la actualidad, el tema de la diversidad sexual ha cobrado mucho auge en los medios de comunicación masiva de la República Mexicana. En la televisión, la radio, el cine, los diarios, las revistas e internet, se ha ampliado la cobertura sobre los asuntos relacionados con las comunidades lésbica, gay, bisexual, transexual, travesti y transgénero (LGBTTT). Esta ampliación obedece a una mayor apertura, conocimiento y respeto de algunos sectores de la sociedad acerca de los temas sobre diversidad sexual lo cual, a su vez, es producto de una mayor presencia de las comunidades lgbttt en los ámbitos político, social, cultural, académico, etcétera.
El impacto de los medios en las audiencias es de gran trascendencia, porque contribuye a formar creencias, opiniones y actitudes sobre la realidad social. Sin embargo, a través de los medios también se legitiman y reproducen ideologías de discriminación hacia diferentes grupos sociales vulnerabilizados, incluyendo a los que expresan identidades de género y orientaciones y prácticas sexuales no normativas. Tales ideologías son la homofobia, la lesbofobia, la bisexfobia, la travestofobia y la transfobia, además del sexismo, el racismo, el clasismo y la xenofobia, entre otras.
En Ciudad de México, el tratamiento de la temática de la diversidad sexual en los medios de comunicación electrónicos no es homogéneo; por el contrario, los objetivos y abordajes varían si se trata de medios privados, públicos o alternativos.
LA DIVERSIDAD SEXUAL EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN PRIVADOS.
La mayoría de los medios privados tienden a reproducir visiones prejuiciosas, a hacer escarnio de las personas sexualmente diversas y a reforzar estereotipos, lo cual contribuye a desvirtuar los objetivos y las acciones de los individuos, grupos e instituciones que están comprometidos con el fomento de la cultura de respeto a la diversidad sexual. En este caso se encuentran los programas supuestamente “cómicos”, de Televisa y Televisión Azteca, que presentan pretendidos personajes gays y travestis, y cuyo alcance mediático y relativa accesibilidad produce los efectos más nocivos en la reproducción de visiones homofóbicas y discriminatorias en las audiencias. En un pretendido afán de “apertura” hacia la temática de la diversidad sexual, el duopolio televisivo recientemente ha producido telenovelas y series en las cuales se abordan personajes y situaciones relacionados con las comunidades LGBTTT (por ejemplo, Mujer, casos de la vida real y Lo que callamos las mujeres). Sin embargo, tal “apertura” obedece más a intereses comerciales y de rating que a la instrumentación de una política de medios relacionada con el fomento de una cultura de respeto a la diversidad sexual.
LA DIVERSIDAD SEXUAL EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN PÚBLICOS.
En cuanto a los medios públicos, éstos presentan enfoques más objetivos y solidarios con las causas y problemáticas de las comunidades de la diversidad sexual. Tal es el caso de la programación cultural y educativa de las televisoras públicas, como Canal 11 ( Diálogos en confianza), y los diversos noticiarios, programas y películas transmitidas por Canal 22. Sin embargo, a diferencia de la escasa programación televisiva, en la radio –tanto pública como privada– existe una mayor oferta programática con este enfoque en estaciones de amplitud modulada, como Radio Educación (1060: Sexprovoz , Iguales pero diferentes , Tenemos tarea, etcétera); Radio Ciudadana (660: Diversidad.es , La otra cara de la luna y Pásele marchante); Radio Acir (1260: Anabel Ochoa en la 1260 y La 1260, mejorando tu vida); y W Radio (900: Triple G. Generación de Gente Gay ).
LA DIVERSIDAD SEXUAL EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ALTERNATIVOS
En lo que respecta a los medios de comunicación alternativos, existen diversos proyectos independientes creados por las propias comunidades LGBTTT de Ciudad de México, entre los que predominan los programas de radio por internet que divulgan y discuten información sobre temas relacionados con la diversidad sexual y el género, así como la promoción de derechos humanos, sexuales y reproductivos. Tal es el caso –entre otros, ya que diariamente surgen nuevos proyectos– de los programas Promiscuidados y Visión Queer , transmitidos por Radio Mente Abierta (www.radiomenteabierta.com ), los de la múltiple oferta programática de Radio Rockola (www.radiorockola.com) y de Loveradio (www.loveradio.com.mx). Además, también por internet, se transmiten los programas de televisión Voces de la diversidad sexual y Género en 360° en el Canal de tv de la Resistencia Civil Pacífica (www.votoxvoto.org.mx). Cabe destacar también el importante aporte de la Agencia NotieSe (www.notiese.org), del suplemento periodístico Letra S. Salud, sexualidad y sida , de este diario, así como de la Agencia de Noticias sobre Diversidad Sexual (www.anodis.com), las cuales divulgan su información también por internet.
La labor informativa, cultural y educativa de estos medios alternativos es muy relevante, pero es necesario reconocer que tales espacios son insuficientes, ya que su alcance es limitado y no se compara con los niveles de audiencia de la radio y la televisión privadas. No obstante, su existencia representa un cambio trascendente, porque las comunidades LGBTTT han dejado de ser meros objetos pasivos del tratamiento arbitrario de los medios privados, para llegar a constituirse en sujetos activos creadores de sus propios espacios a través de los cuales difunden sus propias visiones sobre sí mismas y sobre otros asuntos sociales.
EL PAPEL DEL ESTADO EN LA DEMOCRATIZACIÓN DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
Si bien la participación de las comunidades LGBTTT, y de la sociedad civil en general, es crucial para la democratización de los medios, también es cierto que se requiere de la no menos relevante participación del Estado. Son necesarias acciones estatales y gubernamentales que garanticen la instrumentación de políticas públicas tendientes a fomentar en los medios una cultura de respeto a la diversidad en general, y a la diversidad sexual en particular. En este sentido, las comunidades LGBTTT, en conjunción con los otros sectores sociales, debemos estar atentos a la creación de la nueva Ley Federal de Radio y Televisión, que surgirá a partir de la reciente derogación de la anterior propuesta legislativa, mejor conocida como ley Televisa . Dicha ley, lejos de fomentar la participación de la sociedad plural en los medios electrónicos, intentaba detener el avance democrático del país y acabar con la libertad de expresión al oponerse a la diversificación de la oferta de información en la radio y la televisión. La ley Televisa pretendía acabar con la presencia de medios públicos solidarios con las causas de las comunidades LGBTTT y con las radios culturales, universitarias, indigenistas y comunitarias que desde hace varios años vienen haciendo un trabajo trascendente de divulgación sobre todos los asuntos políticos, sociales y culturales que competen a los diferentes grupos sociales que representan.
COMUNIDADES LGBTTT Y PLURALIDAD EN LOS MEDIOS ELECTRÓNICOS.
Así, pues, todavía existe un trabajo muy amplio por delante para lograr que las representaciones mediáticas de las comunidades LGBTTT sean llevadas a cabo con mayor amplitud y respeto a las realidades que tales comunidades enfrentan. En cuanto a los medios privados, es muy difícil que cumplan con funciones educativas y de comunicación social debido a sus intereses mercantiles y a su sujeción al rating . En el caso de las radiodifusoras y televisoras públicas –que por su naturaleza sí tienen un definido papel educativo y cultural–, es indispensable avalar su preservación y generar mejores condiciones para hacer más extensivo su papel. Con respecto a los medios de comunicación alternativos de las comunidades LGBTTT, es necesario realizar una labor de difusión más amplia para conocerlos, criticarlos y, en su caso, apoyarlos para que sigan cumpliendo con la importante labor de difusión de la cultura de respeto a la diversidad sexual.
Por su importancia comunicativa y de educación informal, es imprescindible preservar y ampliar el carácter plural de la radio y la televisión. En este sentido, es precisa la mayor participación de la sociedad civil en general –y de las comunidades lgbttt en particular– en la creación e instrumentación de una nueva Ley Federal de Radio y Televisión. La nueva legislación tendrá que garantizar la presencia, en los medios electrónicos, de las voces de los diversos grupos sociales, incluidas las comunidades LGBTTT, y el tratamiento no discriminatorio y respetuoso a los individuos y grupos que conforman la diversidad social de nuestro país, independientemente de sus diferencias culturales, incluidas las de orientación sexual e identidad de género.
Ensayo aparecido en La Jornada Semanal. Domingo 26 de agosto de 2007 Num: 651
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