Hacía tiempo sin postear absolutamente nada, y no es por ausencia de ideas o de tiempo, mas bien digamos que estuve en un retiro existencial. En las últimas semanas he experimentado una serie de sentimientos encontrados resultado de las experiencias que he vivido en este rato, alejado del bullicio cotidiano.
Me he enfermado, de repente he tocado fondo con mis vicios y decisiones erroneas. La familia enfrenta nuevos retos positivos, los amigos cada vez ezcasean mas pero han llegado otros desde lugares insospechados.
La vida se torna mas complicada. Al menos en el sentido profesional he tenido que aceptar a base de trancazos emocionales, de riesgos innecesarios, que la maquinaria del sistema requiere la enajenación de mi yo, aún cuando pataleo y me resisto. Ahora pienso mas en el punto intermedio, mi propio jing-jang.
De algunas personas, que en un principio me parecían lejanas emocional, intelectual y espiritualmente, de pronto he encontrado palabras sabias, consonancias de mi experiencia interior que me iluminan los días.
Ayer nacío el hijo primogénito de mi gran amigo Iván, hoy recibí la noticia jubiloso y rayando en la manía abyecta.
Tantas experiencias en tan breve espacio y tiempo.
Hoy por hoy continuo acomodando las piezas de mi propio rompecabezas para entender la forma y el fondo en todo este escenario que se antoja interminable.