La palabra xantolo proviene de una mala pronunciación del latín sanctorum, que designaba la tradición de honrar a los fieles difuntos. Los nahuas la incorporaron a su lengua como xantolo (se pronuncia shantolo) aunque si bien es cierto, los origenes del término no han podido ser precisados con toda seguridad. En esta celebración el sincretismo entre la espiritualidad prehispánica y la cristiana es de una singularidad asombrosa.
Esta festividad es la de mayor tradición en la huasteca hidalguens y es curioso ver como la gente se prepara para celebrar a sus muertos, en ocasiones, la gente mas pobre, vende lo poco que tiene, algún animal domesticado, algúna prenda, con la finalidad de hacerse de algunos pesos con los cuales se hará la ofrenda.
Todo comienza días previos al 31 de octubre, cuando se elabora el arco y la comunidad muele el cacao que se utilizará mas adelante en la elaboración del chocolate. En el altar se agregan representaciones de los cuatro elementos: tierra, viento, fuego y agua.
En la preparación del altar o arco se utiliza una mesa que es cubierta con un mantel bordado a mano, generalmente se utilizan motivos florales. Sobre esta se acomodan los santos patronos de la comunidad o el santo de devoción que profese la familia. En las patas delanteras de la mesa se amarran dos carrizos de caña, mismos que se doblan formando un arco, aunque los diseños varían dependiendo del municipio, algunos agregan un travesaño para hacer lo mas estético y que lograr mayor firmeza. Este arco es forrado con palmillo y cempazúchil (flor de los cuatrocientos pétalos o flor de muerto). En la parte superior del altar se agrega papel picado para conformar lo que se le denomina "el cielo". La flor es una presencia muy importante para las antiguas civilizaciones en méxico, y formaban parte de numerosos rituales relacionados con las deidades.
Una vez armado el altar, se concluye tomando el corazón de una mata de plátano, se le retira la corteza y con dos tripiés se acomoda en la parte inferior del altar, perforado y con velas con un breve detalle que las forran de papel colorido.
La ofrenda tiene que hacerse en recipientes hechos de barro o de bejucos. Se ofrenda chocolate, tamales, nueces o cacahuates, tabaco, aguardiente, pan de muerto (figuras humanas), copal, agua y frutas de temporada.
Al altar se le agregan las ropas y los instrumentos de labranza que utilizara en vida el difunto honrado. Si es una mujer se le agregan sus labores de costura. Así mismo se le incorpora una tira de pan unidos con hilo, en la parte superior del altar, ya sea en el travesaño o en el arco. En lo que se denomina cielo, se acomoda la fruta de temporada (limas, naranjas y plátanos) de tal forma que los visitantes de este y del otro mundo, puedan desprenderlos con facilidad.
Finalmente se incorpora el camino que guiará el retorno a casa extendiéndose hacia el exterior de la casa.
En otra ocasión les hablaré de la danza tradicional que acompaña esta celebración.
1 comentario:
WOW!!
ME ASOMBRAS ERES UNA PERSONA QUE SABEMUCHAS COSAS QUE A LO MEJOR YO NO SABIA SOBRE LAS TRADICIONES
ERES BUENO
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