viernes, enero 16, 2009

Náufrago en este frío invernal
Me dejo llevar por la marea de extraviados por las calles
bajo un cielo gris de smog y vientos traídos por Mam.
El dolor se filtra por los huesos.
Huérfano,
envidio al loco hurgando en la basura no sé que papeles,
sin temor,
sin frío,
con mucha hambre
y suficientes pasos para calentarse el estómago.

La sonrisa de esa anciana en la sala de espera entibia el alma,
la mueca en el rostro de todas las abuelas.
Me dan ganas de tejer chambritas que calcen con la tristeza.
Esta ciudad parece más deprimida de lo que siempre ha estado.
Y la eterna paranoia
arrastrando a la gente a no se qué perseguidas avenidas.
y entonces suavecito llueve, como no queriendo la cosa.

No volveré a salir a caminar sin calcetas.

3 comentarios:

Mike dijo...

Lo que yo daría por caminar esas calles y no este laberinto.

Anónimo dijo...

La sonrisa de una anciana entibiando el alma. Es una de las figueras más elementales, clásicas e inevitablente infalibles.

Al menos para mí.


Eso o soy gerontofílico de closet. :)

Remo dijo...

Mmh, dice mi madre: "Las enfermedades entran por los pies".

Abríguese bien.

Saludos saludables.

El Zórpilo.