jueves, mayo 29, 2008

Memoria gráfica del IV seminario internacional Diálogos con la psicología Latinoamericana.

Es tradición de los huastecos hidalguenses que se toque "el canario" en sus festividades y que se corone de flores a las visitas importantes para el pueblo, se les coloca al cuello uno o varios rosarios hechos florales y se les da un bastón de mando hecho con totomoxtle (la hoja de la mazorca del maíz) y flores. En la imagen, Katia (Cuba) es recibida por una comitiva de alumnos en la preparatoria rural donde laboro, único bachillerato que fué sede del Seminario.

Martha Raquel (Uruguay)posa conmigo en uno de los ejercicios con los alumnos.

Martha escucha atenta las conclusiones del árbol de la vida que un grupo de alumnos diseñó en torno a las adicciones.

miércoles, mayo 28, 2008

La Música del Maíz.

Los canarios o xochicuicatl son una muestra de la gran producción musical que en torno al maíz se realiza en México. El arte, forma de expresión modelada y modeladora de la rica cultura Huasteca, es un excelente vehículo de representación simbólica de los procesos de producción agrícola de esta gramínea.
A pesar de los problemas que presentan la inequitativa distribución de la tierra, el intercambio desigual de los productos del campo y el creciente deterioro ecológico padecido en la región Huasteca, las comunidades indígenas se han preocupado por mantener sus prácticas rituales alrededor del cultivo del maíz. Ésta manifestación cultural ha favorecido no sólo la práctica del trabajo comunal y la ayuda mutua, indispensables en los procesos productivos y en el correr de la vida cotidiana, sino sobre todo ha ayudado a la conservación de su identidad étnica.
Para ayudar a comprender mejor las motivaciones y el valor de estos discursos musicales, es oportuno referirse brevemente al tipo de ritual en el que se inscriben. Evidentemente, la presencia de rituales en torno al maíz en distintos pueblos indios de la Huasteca, nos habla de la vigencia hasta nuestros días de una visión del mundo que hunde sus raíces en las ancestrales culturas mesoamericanas. Estos valores, perpetuados a los largo de la historia gracias a complejos procesos de recreación y resignificación, han implicado a su vez una incorporación de importantes y nuevas esencias culturales. Así, se puede decir que la cosmovisión indígena actual está configurada por diversos tiempos y distintas sedimentaciones simbólicas: el pasado que se mantiene como memoria histórica colectiva, sirve como proscenio en donde el presente es representado, y este último a su vez hace posible una proyección de los tiempos por venir. En toda esta amalgama de discursos y tiempos, los mitos y los ritos fungen como vehículo de expresión privilegiada de esa cosmovisión. La presencia de éstos en la mayoría de las comunidades indígenas, pone de manifiesto que siguen manteniendo un papel primordial como sistemas de comunicación simbólica.
Los rituales del maíz deben ser comprendidos dentro del universo mítico correspondiente: son una forma particular de poner en escena y de encarnar a los personajes-símbolo del imaginario colectivo. En la mitología de la Huasteca, uno de los personajes más relevantes es sin duda Chicomexochitl, quien representa al maíz (también recibe otros nombres, dependiendo del grupo étnico y de la comunidad. Roman Guemes se refiere a ello cuando señala: "uno de los personajes fundamentales de la mitología Huasteca lo es sin duda El niño del maíz. El pequeño o el señor del maíz, El niño llorón, que bajo advocaciones de Tzakam, Dìpak, Sintekli (Sinteksij), Plisintektli, Chikomexochitl, etc., ha permitido la existencia de grandes ceremonias y rituales..."). En esta región se emplea particularmente el apelativo, que significa "siete flores" ( el siete es un número esotérico relacionado muy estrechamente con la cosmovisión mesoamericana y que aparece en muchos conceptos mágico-religiosos. Otra deidad mesoamericana que representa al maíz es Chicomecóatl: siete serpiente). Se trata de la advocación divina del cereal en su forma infantil, la del maíz-niño (cabe señalar que existen otras representaciones de este cereal: cuando es maíz tierno, se le representa como la diosa Xilonen, deidad femenina, virgen florida; cuando es mazorca madura, se representa como Cintéotl, divinidad masculina). Éste siendo semilla, posee un potencial germinal que representa las fuerzas creadoras y generadoras de la vida. Se revela como héroe civilizador, inventor de las técnicas agrícolas y estrechamente relacionado con la creación de la música y la danza: como inventor de instrumentos musicales, como músico, como danzante.
El conjunto de mitos relacionados con Chicomexóchitl, también explica la constante presencia de música y danza en los rituales de siembra y cosecha del maíz, denominados genéricamente Costumbres, sin embargo, este concepto es complejo, ya que no se limita a nombrar las ceremonias agrícolas, sino que se aplica igualmente a ritos de transición, de curación y de purificación. En cualquiera de los casos, el objetivo principal del Costumbre es el establecimiento de la comunicación entre los hombres y los dioses, con la finalidad de mantener o restablecer el orden y la armonía del universo, permitiendo el transcurso cíclico de la vida sin contratiempos. Así, el ritual funda una solución de continuidades en el devenir del tiempo y del espacio profanos para instaurar el universo sagrado, hábitat de los dioses. Es el momento prodigioso para celebrar el intercambio de dones que reviste formas simbólicas.Las flores, el incienso, la música,la comida y todo elementos ofrecido, se colman de significados nuevos, asentando los fundamentos primordiales de la comunicación con la divinidad.

sábado, mayo 17, 2008

"A penas empiezo a darme cuenta de que mi vida se ha deslizado entre fuerzas absurdas que no puedo dominar, a saber: el miedo infantil a los adultos; la indecisión cuando la decisión no importa; la duda cuando la certeza da lo mismo; el temor a ver lastimada mi vanidad que huye siempre bajo un disfraz de indiferencia: el falso entusiasmo ante obras mediocres, dictado por el deseo de agradar y de ser perdonado por algo que todavía tengo que averiguar qué es".

Augusto Monterroso.

martes, mayo 13, 2008



Por segundo año consecutivo, se emprendió una campaña en los medios de comunicación y el sistema de transporte metropolitano (metro) para combatir a la Homofobia. En la televisión este mes aparecieron los spots utilizando imágenes de la marcha del orgullo LGBT. Esto ha significado un gran paso en el abordaje de éstos temas cuya finalidad es sobre todo, aplacar a la ignorancia, también los spots contra la discriminación hacia las personas que viven con VIH me han dado una muy grata impresión y no he dejado de sonreír complacido al analizarlos, en ese sentido, creo están mucho mejor logrados que éstos primeros spots contra la homofobia ya que al utilizar la imagen estereotipada del homosexual confunde.

Ya anteriormente he comentado a cerca de los peligros de la tolerancia como valor de la democracia, y apostaba por el valor del respeto que se antoja mas plural y un verdadero esfuerzo por el cambio. Hace unos días en un arrabal me encontré a un profesor con el que he compartido algunas cervezas programando como fondo musical al entonces llamado canto nuevo. Unos travestis indígenas sentados en las mesas contiguas toleraron los primeros quince minutos de música, pero pronto comenzaron a gritar y despotricar contra el escucha al no comprender aquellos gustos musicales. Esto generó un aguerrido alegato, quienes apostaban por el canto nuevo habían tomado las cosas con mucho sentido del humor y pronto al desatarse la intolerancia, pedían que los transformistas se marcharan a la calle. Esta anécdota nos hace pensar que no solo a la población heterosexual habrá que enseñarle el valor del respeto, también nuestra comunidad de disidentes sexuales adolece de intolerancia y discriminación en el gremio.

Falta campañas contra la homofobia en la misma comunidad LGBT. Estamos dando los primeros pasos.

miércoles, mayo 07, 2008

Sálix Babilónica o de cómo la selva de la huasteca hidalguense llegó a Tampico.

Con retraso, el evento inició casi una hora después de lo previsto, sentado en una banca en el corredor de la Casa de la Cultura de Tampico tomaba la fresca brisa que se levantaba desde la desmebocadura del río Tamesí. Uno a uno fueron llegando técnicos, conserjes y chalanes para terminar el montaje de los cuadros que en pocos minutos serían dados a conocer a los curiosos, a los especialistas y a los mirones que nos fuimos conglomerando aguardando el momento de la inaguración.
Carluz Sáenz descendió de una camioneta acompañado de otro creador cuya cara me es familiar pero con quien nunca he mediado palabra. Me sonrió con la sencilléz de su morral cruzando por su pecho, como sus pasos que cruzaron el lobby para extenderme su mano y mostrarme su perfecta dentadura.
Otros carros como en una caravana dispar fueron depositando personajes en aquella casa estilo neoclásica acondicionada como galería, cineclub y bodega. Una maestra con entusiasmo me gritó apresurando el paso: "¿quién mas viene?". Sonriendo mostré mi ignorancia y la vi alejarse en un tumulto momentáneo.
Gustavo Zamarripa (dueño de la única galería en Huejutla, llamada Mallinalli) con visible nerviosismo empuñó un micrófono a su boca, parecido a una enorme paleta tootsie-pop. Endulzando las palabras nos habló de la plástica figurativa de ese grupo de creadores a quienes logró congregar, de los motivos costumbristas y paisajistas que encontraríamos en los cuadros, de la nula academia que muchos de ellos están careciendo pero de el auténtico compromiso autodidacta de su vocación plástica.
Adentro escenas cotidianas de los suelos huastecos eran encapsuladas en trazos y pinceladas, de acrílicos y óleos figuraban los rostros desproporcionados del músico, del niño volando papalotes, de los danzantes cayendo de bruces desde lo alto de un palo, desplomándose como los rayos del mítico sol padre, el músico ejecutando un violín y en nuestras mentes resonaba un huapango olvidado.
Sin menospreciar el trabajo y el tesón de los artistas plásticos convocados, el trabajo de Carluz Sáenz sedujo a muchos, el manejo de la luz en sus paisajes logra una definición y una limpieza que le da a uno la sensación de claridad interior, el paisaje salta del lienzo y se extiende en nuestro interior, ahí las raíces de la Ceiba se nutren de nuestra sangre no como un parásito, sino como una extensión orgánica del yo. Los elogios se sucedieron uno tras otro.
Efrén Fayad también gustó, en sus cuadros no puede negar su vena musical, la enseñanza de los viejos, de los hombres de años, que con paciencia le han revelado los secretos del violín, no'mas afinando el oído, por puro gusto pues, como lo dicta "el" costumbre. Pintura costumbrista coherente con su formación artística y hombre del pueblo.
La muestra incluye una selección de máscaras tradicionales xantoleras (de día de muertos) y tallas en madera, que representan escenas del diario vivir y la imaginación del artista huasteco.
Esta es la primera incursión de hombres sencillos, de campo, cuyo trabajo, constancia, paciencia y talento ha emergido de entre la selva para meterse en los ojos de una mirada dispuesta a dejarse seducir por los colores de una huasteca mítica que dormita entre ríos, ceibas y framboyanes.

Con una copa del tradicional curadito de jobo nos bebimos la expocisión, quemando las tripas cual calor veraniego de ese pedazito de paraíso que es mi terruño.

lunes, mayo 05, 2008

Conquista mexica de la huasteca

Los mexicas invadieron la huasteca, ocupando el territorio que comprende desde Tuxpan (Veracrúz), hasta Aquismón (San Luis Potosí), en el siglo XV, con el propósito de rodear el Señorío Independiente de Meztitlán, al que no habían podido derrotar para someterlo al gobiernos de la Triple Alianza.
Ya sojuzgados, aunque el territorio no fue conquistado totalmente y fue escenario de continuos enfrentamientos y guerras, los mexicas obligaron a los huastecos a tributarles productos claves como mantas preciosas, algodón, maíz, chile, pescados y mariscos, sal cacao y miel de abeja.
Aunque el punto oscuro en la historia de la Huasteca es el que se relaciona con la conquista de la región por los aztecas o mexicas, existen tres fuentes de información respecto al acontecimiento: el llamado códice Mendocino y las crónicas de Tezozómoc y Durán.
Según el códice, la conquista de la Huasteca empezó durante el reinado del emperador Moctezuma Xocoyotzin. La primera guerra de los huastecos con los mexicas se llevó a cabo en Tuxpan, en el año Cinco Tochtli, equivalente a 1458. Los guerreros aztecas que lucharon en la batalla pertenecían a Tenochtitlan, Tacuba, Texcoco, Atzaputzalco y Xochimilco. Sojuzgaron Tlapacoyan y Cuetlaxtan.
Durante el gobierno de Axayácatl, los mexicas conquistan cuatro importantes núcleos huastecos: Tlaolom, Tamos, Tompatle y Tuchpan. Posteriormente Tizoc sojuzga Tamapachco.
Los huastecos carecían de un señor único, eso impidió que la sujeción fuese completa. Refiere el Códice Mendocino que cuando los españoles arribaron al actual territorio de México la autoridad de los aztecas no parece haber sido muy firme en la Huasteca, ya que tienen que conquistarla cual si nunca lo hubiese sido.
Otro de los gobernantes azteca que conquistaron sectores poblacionales de la Huasteca, fue Ahuitzotl, octavo gobernante de Tenochtitlan (1486-1503), a quien se le atribuye la conquista de Huejutla (Huexotla).
Fue hermano de los emperadores Axayácatl y Tizon, a quien sucedió todavía siendo muy joven. Inició una política de prestigio personal basada en el poderío militar. Emprendió numerosas campañas bélicas en las que obtuvo importantes victorias y con la que incrementó considerablemente la extensión y riqueza material del imperio.
Durante la conquista mexica de la Huasteca, los invasores se apoderaron de las mejores tierras, confirmando la imposición de sus costumbres y prácticas religiosas, así como el de su idioma, el náhuatl, circunstancia que dio origen a que la lengua huasteca fuera desapareciendo paulatinamente en la porción territorial de la Huasteca hidalguense. Así, a mediados del siglo XVI, según se manifiesta en la "Relación de Huexotla de 1580", la lengua materna-el huasteco-prácticamente fue olvidada. Una prueba irrefutable de ello, es que consecuentemente han desaparecido los nombres huastecos de los diversos poblados de la región, nombres que han sido olvidados y que fueron cambiados a la lengua náhuatl, como el de Huejutla (Tamzobtocoy), que inicia como muchos otros de la huasteca potosina, tamaulipeca y veracruzana, con la sílaba "tam" o "tan", cuyo significado en huasteco es lugar
En las crónicas prehispánicas hay un acontecimiento que explica, aunque a grandes rasgos, porqué los mexicas consideraban a los huastecos parientes lejanos, no obstante que los despreciaban por sus peculiares costumbres.
Se dice que los primeros pobladores de la Huasteca llegaron a la región de Pánuco en embarcaciones con las que cruzaron el mar. Desde aquella zona costeña habrían caminado siguiendo la ruta que marcaba la existencia de la Sierra Nevada y los volcanes, llegando hasta un lugar llamado Tamohanchan, probablemente la región comprendida entre Xochicalco y Teotihuacan.

jueves, mayo 01, 2008

Hace unos años, un grupo de pintores locales comenzaron a reunirse y discutir lo difícil que ha sido ganar espacios para realizar expocisiones y dar a conocer sus propuestas pictóricas, tocaron puertas y lograron patrocinio (generalmente de las presidencias municipales) para montar una que otra muestra. Al compartir sus inquietudes con creadores del puerto de Tampico, se inició un diálogo entre las entidades federativas de Hidalgo y Tamaulipas. En Huejutla (lugar donde realmente radico) se ha abierto la primera galería de arte invitando a artistas del puerto jaibo a exponer y realizar talleres.


Ahora le ha tocado el turno a Tampico para corresponder a estas atenciones, montando la primera expocisión de la plástica que se hace en la zona norte del estado de Hidalgo, región a la que se le denomina Huaxteca Hidalguense.


Mi amigo Efrén Fayad Islas nos convoca a visitar la exposición colectiva, a realizarse este sábado en la Casa de la Cultura de Tampico. Por ahí nos vemos y comentamos.