viernes, junio 23, 2006

SOLSTICIO PUERTA DEL CIELO


Junio 21 2006 07:27 horas

FIESTA DEL AGUA EN EL DIA DE SAN JUAN

El solsticio de Verano se aproxima, dando pauta al día más largo del año y la noche más corta, ese es el aspecto Tonal o visible, entendible a la razón. Mas hay un significado profundamente espiritual, en la “otra realidad”, en la naturaleza nahual.
La festividad del 24 de Junio representa la exaltación de las energías generadas durante el solsticio, anuncia la llegada de las AGUAS, elemento preponderantemente femenino, asociado al cuerpo emocional, a la vida, a la sangre de la tierra.
La energía proveniente del cosmos hacia la tierra, la especial posición que ocupa durante la llamada noche de San Juan, propicia una celebración en todos los reinos de la naturaleza.
Se considera que durante esa noche las AGUAS adquieren propiedades mágicas, capaces de dar salud y fertilidad, alejar el mal y atraer prosperidad, por lo cual lo ritos de inmersión en agua, los baños y rituales con ese elemento se han llevado a cabo desde tiempo inmemorial, desde la época en que se veneraba a la Diosa, a la Madre Tierra.
Su relación con el proceso agrícola es innegable: al aplicar agua a la semilla esta se transforma, adquiere nueva vida de la que con el tiempo se obtendrán frutos y semillas. Se espera que el ser humano como semilla cósmica, a través del agua también se transforme, se libere, evolucione y produzca nuevos frutos.
El 24 de junio se asocia con el elemento agua y el 24 de diciembre con el elemento fuego. Con el paso del tiempo la gente comenzó a mezclar ambos aspectos en la llamada noche de San Juan.
En el pensamiento de los sabios del Anahuac, la unión del agua y el fuego, es el símbolo del Atlachinolli, del Agua Quemada, de la conquista de sí mismo que lleva a evolucionar. El agua quemada se transforma en vapor y este asciende a los cielos superiores.
El sitio por excelencia en donde se reúnen el agua y el fuego es el Temazcal, en el vientre de la Madre Tierra. Precisamente ahí es en donde se opera un renacimiento, una liberación que otorga nueva vida, que es finalmente el propósito buscado con las diversas practicas y ritos celebrados en la noche de San Juan.
Así que tomando la información cultural proveniente de diversos sitios del planeta, observando la coincidencia de pensamiento, les invito a que acudan a vivir su experiencia en el Temazcal: como semillas amorosas que regresan al Vientre de la Madre Tierra, aspirando a transformarse al contacto del Atlachinolli, del Agua Quemada, de los vapores que permiten la liberación y propician la ascensión.
En diversos sitios habrá ceremonia de Temazcal, acudan, no pierdan esta magnifica oportunidad.
texto de Lolita Vargas

jueves, junio 15, 2006

EVANESCENTE • prácticas del autorretrato

La mano languidece, la firmeza del puño deja escapar paulatinamente al pincel, la figura se disipa; ¿pérdida de una identidad? En diversos ejercicios del arte contemporáneo, al autorretrato se lo ha sometido a una resignificación que opera bajo una premisa conceptual: el abandono de una referencia figurativa definida («éste que pinta soy yo») a favor de una fragmentación identitaria. Dicha resignificación, que en los años sesenta resulta novedosa en cuanto a sus resultados formales (Johns, Morris, Rauschenberg, Manzoni, Mapplethorpe...), se refuerza por las exploraciones de artistas posteriores quienes conciben al autorretrato como una práctica de representación y de autorepresentación (Sherman, Morimura, Kawara, Calle...) Si bien este proceso opera bajo una premisa conceptual e incide en la producción artística más reciente, lo conceptual del autorretrato se sitúa en los hallazgos del arte clásico, donde «la representación se da como pura representación» (Las meninas de Velázquez, a través de Foucault).

Esta exposición —concebida ex profeso como un espacio de incertidumbre y de diálogo entre el arte clásico y el arte contemporáneo— gira en torno a límites, estrategias y prácticas del autorretrato. Prácticas que, producidas en diferentes tipos de soporte, centran su atención en esa difícil aprehensión de lo inaprensible («éste soy yo, ésta es mi obra»), que es aquello que define la vigencia del autorretrato. La evanescencia se instaura así en el centro de la práctica y en la periferia del diálogo que se establece entre la identidad, el cuerpo y la obra del artista. Prueba de ello son, en primera instancia, los ejercicios de manipulación de la mirada (María Eugenia Jiménez Melo • Everardo Rivera), de tensión cromática (Carlos Arias), de vouyerismo (Ángela Arziniaga) y de recreación (Dulce María Jurado • Gustavo Mora). De la misma manera, las exploraciones táctiles tanto con los soportes (Juan Pablo Macías • Eliecer Eduardo Alejo), como con el cuerpo propio (Yara Almoina).

Y, finalmente, el cuestionamiento que, desde los límites figurativos, se le hace al autorretrato: ¿es posible fraguar una identidad a través del estilo? (Ernesto Cortés García • Martín Peregrina). De esta manera, los artistas invitados a esta exposición instauran un eje de reflexión en el cual diversas prácticas de (auto)representación continúan explorando las arbitrariedades entre lo que se nombra, lo que se alcanza a ver y lo que se vive en carne propia.
Iván Ruiz
Palabras de inauguración por Omar Calabrese
brindis de honor junio 15 2006 . 20:00 hrs.
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Seminario de Estudios de la Significación
Cátedra Greimas

martes, junio 13, 2006

viernes, junio 09, 2006

26.

Me secuestraron desde el miércoles, cuando llegué a la casa de mi pulgoso ya había reunido el arsenal con el que acribillaría mis débiles resistencias para combatir al alcohol. El enfriador rebosante de cerveza, nos sentamos a esperar a los dos invitados para justificar la extremista ingesta de agua mareadora. Héctor y Raúl se encargaron de amenizar con sus extensas, aburridas e insulsas conversaciones nuestra velada, de vez en cuando un acalorado debate, alguien que se aferra a sus ideales, otro que se siente ofendido, pero en general era divertido ver a dos abogado pragmáticos tirarse mordidas y uno que otro ladrido. Me cuesta trabajo compaginar con la gente cuyo trabajo es desconfiar de todos y para todo, que olvida esa parte cálidamente humana, fundamental dentro de cada persona. No todo es sacar provecho del más débil, me resisto a desconfiar de los otros y de tomar ventaja de las situaciones.

Entrada la madrugada nos trasladamos a la playa reabastecidos de mas cerveza. Las nubes dispersaban la tenue luz naciente que aparecía por el horizonte, el mar se agitaba calmo, las olas de plata suavemente se deslizaban hacia la costa y yo nadando desnudo en ese amanecer mágico.

Por la tarde volvimos al mar, esta vez para reponernos del cansancio, el desvelo y los estragos del abuso de alcohol. Una tarde amena, jugetona, que se nos fue de las manos, hasta que mi pulgoso se acercó curioso hasta una caja depositada en el suelo, y varios voluntarios en torno a ese misterioso objeto: contenía tortugas rescatadas que serían liberadas a donde pertenecen.
Esas frágiles vidas se tornaban instintivamente hacia el agua salada provistas con sus pequeñas aletas como su única herramienta para luchar contra la arena, el embiste de las olas y el terror de ser devoradas por las gaviotas. Sobrevivir es nuestro mas tierno recuerdo cuando despertamos a la vida. Yo no quise ayudarlas, el mérito está solo en protegerlas y facilitarles con seguridad alcanzar la meta.

Por la noche salimos a bailar, citamos a mi gran amigo ronnie, nos divertimos mucho con nuestras bromas, nuestra simpleza, con el mutuo cariño que nos profesamos. Lástima que el miedo a una redada obligara a los empresarios a cerrar sus changarros, algo turbio se ha de mover por esas municipales aguas negras.

Nos refugiamos en la playa de noche. Me ha gustado pasar a mi edad adulta temprana, reencontrándome con el líquido donde comenzó la vida en este planeta, simbolismo materno, miterios del inconsciente, ceguera dual hacia la muerte. Silencio abismal donde nos encontramos con nosotros mismos.

La despedida fue graciosa, hablando de política, de homosexualidad y de coquetería con nuestro taxista, quien nos sorprendió por su apertura hacia quienes son diferentes. Hasta ahora ha sido uno de los mejores cumpleaños de mi vida. Gracias pulgoso.

martes, junio 06, 2006

Entrevista con el sociólogo francés Eric Fassin.

Entrevista con el sociólogo francés Eric Fassin
La democracia aplicada al género y a la sexualidad

No existe una manera correcta de vivir la sexualidad, al menos no una sola, si pensamos en la constante discusión que envuelve a los deseos carnales. La idea de una sexualidad democrática parece surgir como opción a la moral sexual tradicional que ve las normas como inamovibles. La democracia sexual es la propuesta del sociólogo francés Eric Fassin, profesor de la Escuela Normal Superior de París.


Por Alejandro Brito y Fernando Mino

El sexo es privado pero su discusión es pública. Para el sociólogo francés Eric Fassin, profesor de la Escuela Normal Superior de París, la cuestión sexual ha cambiado de sentido “desde que comenzamos a interrogarnos más sobre las normas que rigen el espacio doméstico, con la división de las tareas, y también sobre las violencias que laceran la intimidad”. La sexualidad funciona, entonces, en dos ámbitos que se entrelazan: la vida política y la esfera privada. Por eso, Fassin, habla de “democracia sexual”, tema central de la charla que sostuvo con Letra S.

¿Cómo definiría la democracia sexual?
De varias formas. Primero, ¿qué es una sociedad democrática? Es aquella que define por sí sola sus leyes y sus normas, y no considera que deban ser definidas por un principio trascendente —Dios, la Naturaleza, la Ciencia— sino por la propia sociedad en la que vivimos. Así, a las leyes y a las normas no las define ningún principio trascendente, sino uno inmanente, que es la sociedad. Ese es el principio de la democracia. Segundo, ¿qué es la democracia sexual? Es la democracia aplicada a las cuestiones de género y de sexualidad. ¿Y por qué esta cuestión es particularmente importante cuando se trata de género y de sexualidad? Según yo, porque el género, los sexos y la sexualidad aparecen como algo natural, es decir, definidos por un principio que escapa a la sociedad. Entonces, el esfuerzo por pensar que incluso la diferencia de sexos y las sexualidades no son naturales, sino sociales, y que podemos entonces redefinirlas, se vuelve un esfuerzo difícil y muy problemático. Por ello las cuestiones sexuales son actualmente apuestas democráticas privilegiadas.

En un contexto social donde las mayorías definen lo que es la democracia, ¿qué papel pueden jugar las minorías sexuales? Es cierto que la democracia es la mayoría, pero insisto en la existencia de una esfera pública, de un espacio público. Y en este espacio también puede hacerse escuchar el discurso de una minoría. La cuestión de la ley la decide entonces la mayoría, pero la esfera pública no es sólo la mayoría, es también, de modo potencial, todo el mundo. Hay entonces una diferencia entre la ley que decide la mayoría y la esfera pública que potencialmente también está abierta a las minorías. Y esta esfera pública es importante ya que contribuye a definir los términos en los que pensamos todos.

¿Es posible vivir una sexualidad sin normas?No. Al menos no lo creo. En todo caso lo que intento describir, o estimular, no es el tránsito de una sociedad controlada a una sociedad sin reglas, sino el tránsito de una sociedad donde las normas se imponen como si fueran naturales, a otra donde son menos evidentes. Una sociedad democrática es aquella en la que es posible discutir una norma y, en cuanto se discute, se transforma la manera en que se nos impone. En lugar de que las reglas funcionen de manera inconsciente, ahora están explicitadas, y así nuestra relación con ellas está menos determinada. Somos menos prisioneros de las normas, pues las vemos tal como son, es decir, como convenciones arbitrarias, discutibles, negociables, cuestionables. Lo que podemos esperar no es ser individuos asociales, liberados de las normas, sino individuos un poco más libres en nuestra relación con ellas.

¿ Cómo podría el concepto de democracia sexual contribuir al combate contra el sida?Todos estos debates democráticos en la esfera pública son debates a propósito de las normas. En lugar de permitir que se nos impongan, lo que procede es interrogarlas. Las cuestiones vinculadas al sida son cuestiones de normas. ¿Vamos a excluir a algunas personas porque no son “normales”? ¿Vamos a considerar que el comportamiento sexual funciona normalmente, por sí solo, en la inconsciencia? ¿O nos pondremos, por el contrario, a discutir sobre qué práctica sexual queremos tener, o sobre qué cosa es aceptable y qué no lo es? ¿A interrogarnos sobre nuestra manera de vivir la sexualidad? Si nos planteamos preguntas, tendremos instrumentos que nos serán útiles para combatir al sida.

¿Proponer el uso del condón en las relaciones sexuales es también introducir la política en la intimidad?La cuestión política, la cuestión de las relaciones de poder, ha estado siempre presente en la intimidad. Esto se nota más que antes, no porque antes no haya sido algo político y ahora sí lo sea. Esto siempre ha sido algo político, sólo que ahora estamos más conscientes de ello que antes. Entonces sí, el preservativo tiene la ventaja de trastornar la evidencia natural de la relación sexual; introduce algo más en la relación sexual, nos recuerda un mundo exterior a la relación sexual. Es por supuesto una politización del encuentro sexual, pero también una forma de hacer visible un hecho que siempre fue cierto: las relaciones sexuales no son únicamente naturales.

¿ Cómo se entrecruzan los conceptos de igualdad y libertad en la reivindicación actual del matrimonio para gays?Hoy, más allá de la especificidad de los contextos, el tema del matrimonio gay se ha vuelto, no sólo en Francia, en Estados Unidos, o en los Países Bajos, sino en muchos otros países, un símbolo para significar la cuestión homosexual. Existen entonces los contextos particulares, pero hay también ahora otro general en el que se da otra manera de plantear la cuestión homosexual en el mundo entero.

¿ Es una cuestión en la que se oponen la libertad y la igualdad? Creo que se trata de una reivindicación eficaz para cuestionar la jerarquía de las sexualidades, la norma heterosexista. En este sentido se ha convertido en una herramienta eficaz. ¿Cómo hacer para que esta herramienta de igualdad no se vuelva algo que restrinja la libertad? Lo que propongo son pistas de reflexión. Por un lado, ¿por qué dos hombres que se casan entre ellos, o dos mujeres que hacen lo mismo, estarían condenados a imitar a los heterosexuales que se casaron antes que ellos? No creo que así suceda. Pienso, por el contrario, que los homosexuales que se casan le dan un sentido diferente al hecho de casarse por el simple hecho de que, hasta fechas muy recientes, estaban excluidos del matrimonio. El sentido del matrimonio no es el mismo cuando se trata de una institución renovada que cuando hablamos de una institución tradicional. Este mismo hecho tiene también efectos sobre los heterosexuales, pues el sentido mismo de casarse se transforma desde el momento en que comienza a discutirse la apertura del matrimonio hacia los homosexuales. Además, y por primera vez, los homosexuales podrán estar en libertad de no casarse. Esa es una libertad verdadera, vivir en una sociedad donde cada cual pueda escoger. Hoy en Francia la mitad de los niños nace fuera del matrimonio. Esto quiere decir que para muchas parejas heterosexuales en Francia casarse, o no casarse, no es hoy ya una obligación, una norma, sino una elección individual, una forma de organizar su vida. Espero vivir algún día en un mundo donde esta libertad que existe en Francia para las parejas heterosexuales exista también, del mismo modo, para las parejas homosexuales, las cuales podrán decidir cómo organizar sus vidas. Pero por el momento esta elección está más restringida en el caso de las parejas homosexuales.

Por otra parte, ¿es posible un equilibriode igualdad y libertad en las relaciones heterosexuales?No creo que haya equilibrio. Mi visión del debate político no es una visión pacifista, sino de polémica. Las relaciones amorosas, ya sea homosexuales o heterosexuales, no son apaciguadas, son también debates. Combates. No hay equilibrio por alcanzar; por el contrario, uno se pregunta: ¿cómo podría yo vivir de una forma que corresponda a lo que reivindico? Doy un ejemplo, la igualdad entre hombres y mujeres. Resulta claro que no existe tal realidad. No vivo en un mundo donde exista igualdad entre hombres y mujeres, ni en la vida privada ni en la vida pública. Vivo en cambio en un mundo donde la cuestión de igualdad entre hombres y mujeres sí se plantea, tanto en la vida pública como en la privada. Entonces no resolvemos la cuestión, sólo la planteamos. Espero que lo que señalo aquí no sea algo desesperante, pero la verdad es que no hay soluciones dichosas ni una sociedad libre de las relaciones de poder. Foucault no promete un mundo sin poder; siempre habrá relaciones de poder. Lo que sí podemos esperar es que esas relaciones de poder sean un poco transformadas por el hecho de vivir en una sociedad que las cuestione y no las acepte como evidencias.

¿La búsqueda de igualdad podría matar el erotismo?No, yo creo que esa es una crítica tradicional dirigida contra el feminismo, al que se le reprocha matar el amor, matar el deseo. Pienso que cuando se dice eso es porque se piensa que el amor es ciego frente a los mecanismos del poder. Pero eso no quiere decir que antes del feminismo, o antes de la politización de las cuestiones sexuales, no haya existido el poder. Simplemente no se le discutía. No se le cuestionaba. Y lo que el feminismo y los movimientos minoritarios añaden, no es la politización, sino la crítica de la politización. No son las relaciones de poder, sino el cuestionamiento de las relaciones de poder. ¿Por qué esta lucidez relativa implicaría el fin del amor, el fin del erotismo. Habría que preguntar si el amor y el erotismo se basan necesariamente en una dominación ciega. Espero que no. La cuestión sería cómo pensar de nuevo las relaciones amorosas, heterosexuales u homosexuales, sin suprimir el poder, pensándolo sólo como la materia misma de la relación erótica. Si amo a alguien, espero tener un poder sobre esa persona, deseo tener algún efecto sobre las acciones de esa persona. Por ejemplo, si la amo, espero naturalmente que también me ame.

lunes, junio 05, 2006

A propósito de lo que significa empezar una vez mas desde cero.

Decidir venirme a vivir a Tampico obedece a un giro de 360 grados con mi hasta entonces cómodo estilo de vida. Conseguir trabajo en este puerto no ha sido nada sencillo, y muchas veces he tenido que comerme las uñas de la desesperación, racionar lo que como, lo que bebo, lo que emplearé para mi mismo y lo que invertiré en la búsqueda de un empleo. Este es el motivo por el cual también mi frágil mente no atine en armar un texto de los que tanto me gusta compartir por medio de este foro catártico.
Y aunque el mundo afuera me parece caótico, desesperante y sin oportunidades, también acepto que muchas manos se han tendido sin mayor interés que el compadecerse de las frustraciones ajenas. Siempre he creído firmemente que si uno está bien interiormente, atrae personas de enorme calidez humana, atrae circunstancias y experiencias igual de bondadosas y al final sobreviene este sentimiento de sentirse unido a los otros, a una energía que nos toca y nos supera, en un estado armónico con el cosmo.
Esta nueva etapa en mi existencia me está costando muchos dolores de cabeza, mucha batalla, resbalones, confusiones, empujes, frustraciones. Hoy extraño y valoro mi experiencia pasada, mas no idealizo el ayer, los viejos siempre dicen que tiempos pasados fueron mejores, mas bien siento añoranza por la gente que se quedó allá donde estuve un tiempo y luego no más. Extraño las pequeñas rutinas de la vida, necesarias para dividir la productividad del ocio, el saberse util del dejarse llevar. Sé que esta lucha traerá recompensas, o mejor dicho inherentemente las ha traído consigo. La soledad y la frialdad del mundo me serían terriblemente insoportables sin las porras de los amigos a la distancia, del apoyo familiar, de las manos que se acercan ofreciendo ayuda y sobre todo, pero principalmente, de la persona que hoy día me invita a ser mejor persona y a la que le guardo un profundo amor, porque esta lucha, no es personal, es de dos luchando contra inumerables obstáculos que con gusto e inteligencia sabremos sortear, siempre teniendo muy en claro nuestro blanco. Dichoso aquél que tiene a su lado el amor tan simple y tan llano que lo transforma todo. Yo me cuento entre ellos.

jueves, junio 01, 2006

Donde mi ombligo esté enterrado.

Artesanas de la salud las parteras zapotecas
Donde mi ombligo esté enterrado
Ayudan a parir los hijos y enseñan a las madres sobre la crianza
Algunos las asocian con pobreza e ignorancia


Por Sofía Olhovich Filonova

Ranchu Gubiña o Unión Hidalgo, es una gran comunidad indígena binnizá -zapoteca del istmo-, ubicada a escasos 20 kilómetros de la ciudad más grande del istmo oaxaqueño, Juchitán de las Flores, ciudad en la que, a pesar de recibir todas las influencias y el desarrollo de un mundo occidental, perviven aún la comunalidad, las costumbres y la cosmovisión indígenas.

Este pueblo se enfrentó y ha resistido al mundo occidental desde el inicio de la conquista española en 1522, por lo que los binnizá desarrollaron formas culturales propias, increíbles, de resistencia. Mientras que otros pueblos y comunidades se refugiaban en las montañas, el pueblo binnizá, por ejemplo, se mantuvo en posesión de la gran planicie costera del sur del istmo de Tehuantepec; se especializó en el intercambio comercial, entre comunidades e incluso de larga distancia hasta Guatemala, fundamentalmente desarrollado por mujeres; y desarrollaron fortísimas relaciones de todo tipo entre los pueblos de la planicie, siendo las relaciones de parentesco las más importantes. De aquí que los visitantes en la región se asombren al escuchar la lengua diidxazá (zapoteco del istmo) en tan vasto territorio con tanto orgullo y que todas sus comunidades se entiendan entre ellas perfectamente; lo que no sucede en las comunidades de la sierra y la montaña oaxaqueñas debido, entre otras causas, a la falta de caminos, las largas distancias y la orografía misma, que hicieron que las comunidades desarrollaran dialectos que en la actualidad no les permiten entenderse.

El uso de la lengua diidxazá ha sido, entonces, un acto declarado de resistencia, es estrategia y es orgullo. Los binnizá han resistido a base de construir no sólo una identidad comunitaria, sino sobre todo, una identidad regional. Otra forma cultural de resistencia altamente desarrollada ha sido la de expandirse en el territorio mediante la reproducción de sus familias y sus redes de parentesco, las que conforman a su vez, no tan pequeñas comunidades familiares, en las que se recrea la lengua y su poder comercial. De aquí que existan hoy, no sólo pequeñas poblaciones campesinas o rurales, sino grandes centros semiurbanos en los que destaca la actividad comercial; grandes comunidades que tienen más de 10 mil habitantes como es el caso de Ranchu Gubiña donde el 80 por ciento de la población habla el diidxazá y es bilingüe.

En estas grandes comunidades binnizá, la familia extensa y la figura materna junto a sus hijos, tienen una valoración especial y juegan un papel primordial en la recreación cultural, es decir, la persistencia de la comunalidad, la lengua, las costumbres y la cosmovisión. Los binnizá valoran y anteponen la unidad familiar, esta prioridad es sin duda un factor de cohesión social, sustentada en la reciprocidad que se deben las mujeres. En la lógica cotidiana, la reciprocidad entre mujeres se debe al sentimiento de solidaridad porque son madres, porque a todas les duele parir y sufren por lo hijos.

Es así como introducimos a nuestras protagonistas: las parteras binnizá. Ellas son mujeres fuertes, seguras de sí mismas, curanderas, artesanas de la salud, comprensivas, cariñosas, mujeres que han sido madres y vuelven a ser madres. Ellas ayudan no sólo a parir los hijos sino que enseñan a las madres sobre la crianza, los cuidados y la ternura para con ellos desde su nacimiento. Una expresión común es “las mujeres de antes, todas nacieron en manos de una partera”. En Ranchu Gubiña, hombres y mujeres adultos hablan con cariño y admiración de su madre y de la fuerza que tuvo para educarlos y sacarlos adelante a pesar de las adversidades, madre que, en aquel entonces, comúnmente paría diez o más hijos acompañada siempre de la misma partera.

Aunque, en la actualidad, la avanzada modernidad ha inculcando en muchas mujeres, sobre todo profesionistas, mentalidades que tienden a menospreciar el trabajo de las parteras por asociarlas a formas anticuadas e incluso con la pobreza, la que entienden como carencia de dinero e ignorancia. Aunque muchas mujeres tratarán de evitar el “sufrimiento” acudiendo al centro de salud o a clínicas privadas buscando una atención “especializada” con la obstetra. Por otro lado, hay muchas mujeres que viven cotidianamente un contexto cultural indígena y que acuden con la partera.

Las parteras son parte de la comunidad, parte de la familia comunitaria, atienden en su casa y acuden a asistir a las casas en el momento del parto.

Na Chica, partera del barrio pescador desde hace 20 años.

El vientre de Chayito está muy grande, le faltan dos meses. Desde los cuatro meses de embarazo ha venido con su tía Chica, quien es partera, para que le de una “sobada”. Na Chica pasa a Chayito a un cuarto de baja luz, sin corrientes de aire, la invita a acostarse y a descubrirse el vientre. Na Chica se unta en sus manos un poquito de aceite preparado por ella y hace un masaje al vientre, delicado pero firme a un lado y hacia el otro. Se siente el calor de sus manos. Le comenta mientras tanto que la niña viene bien. Na Francisca explica que este masaje debe hacerse cada dos meses para ver que la niña este bien acomodada pero sobre todo para que los tejidos de la piel se hagan más flexibles y permitan que el vientre crezca (sin estrías) y de espacio. Unos días antes del parto, en la última sobada, Na Chica dirá si la puede atender durante el parto, pero en caso de que venga atravesada le recomendará ir a la clínica.

Cuando el cuello uterino de la mujer se haya dilatado del tamaño de su puño es el momento en que nacerá la niña. Si acaso ocurriera que Chayito no sienta los dolores, en vez de una inyección para inducir el parto, Na Chica le dará un té de pimienta gorda.

En los días siguientes al parto, platica, ni la madre ni la recién nacida podrán bañarse porque el trabajo de parto es de mucho calor. En vez, les va a preparar una lavativa con hierbas de alucema y romero, hierba de cáncer, pimienta gorda machucada y anís estrella. Después del parto, la madre deberá permanecer en su casa cuarenta días junto a su bebé, como es la costumbre, con algodón en los oídos, amarrada su cabeza, amarrada su cadera con faja con un trapo en el ombligo, amarrados los pies; esto evitará que le entre aire y ayudará a que los huesos vuelvan a su posición original. El trapo simulará al niño y evitará la depresión posparto. La madre evitará salir para que no le pegue el aire y se cubrirá la espalda con una toalla para que no se le vaya la leche de los pechos.

En caso de que la recién nacida tenga “ferecilla”, granos en la garganta, la curará untándole un aceitito que prepara cociendo pimienta gorda machucada, alucema, anís estrella y anís con nuez moscada, flor de tila, ruda, cebolla morada, ajo, el aceite lo aplicará en el paladar hasta la garganta; con este aceitito tres veces al día, explica, sacará los mocos y se salvará. A la niña también se le puede “caer la mollera”, en este caso la succionará con la boca y después volteará a la niña dándole pequeñas sacudidas para que la mollera vuelva a su lugar. Le va a dar a la niña su hierbabuena con la leche para que no le de diarrea y no tenga cólicos. Le sobará su pancita para que no guarde los aires. Le va a enseñar a la mamá cómo cuidar de la niña.

Na Chica acompañará a Chayito hasta que se le caiga el ombligo a la niña. El ombligo junto con la placenta serán cuidadosamente depositados en una ollita de barro y la taparán para después enterrarla al pie de la puerta de su casa o bien al pie de un árbol. Esta es la costumbre y la creencia de los antiguos zapotecas, dice María (hermana de Na Chica), y debes todos los días regarla con agua, por eso la expresión “donde mi ombligo esté enterrado…”